La Fiscalía de París ha iniciado una investigación formal contra la red social X, propiedad del magnate Elon Musk, por presunta manipulación de datos y fraude cibernético. La pesquisa, anunciada este viernes, examina dos delitos específicos: la manipulación organizada del funcionamiento de un sistema automatizado de procesamiento de datos y la extracción fraudulenta de información desde dichos sistemas.
La indagatoria está a cargo de una rama especializada de la gendarmería francesa, y se centra tanto en la plataforma como en personas aún no identificadas, cuya relación o rol dentro de X no ha sido precisado por las autoridades.
Según el comunicado oficial, la investigación se sustenta en denuncias presentadas en enero por dos figuras de alto perfil: un miembro del Parlamento francés y un alto funcionario de una institución gubernamental, cuyas identidades no fueron reveladas. Ambos habrían advertido sobre un uso sospechoso del algoritmo de X para posibles “fines de interferencia extranjera”, aunque no se detallaron los mecanismos ni la naturaleza de dicha interferencia.
La fiscalía decidió abrir la investigación esta semana tras realizar verificaciones preliminares y recibir información adicional por parte de investigadores cibernéticos franceses y diversas instituciones públicas.
Hasta el momento, ni Elon Musk ni representantes de X han emitido declaraciones sobre el caso. La falta de claridad sobre las irregularidades detectadas y la sensibilidad del tema —que toca posibles vulneraciones a la soberanía digital— augura un proceso de alto perfil que podría tener repercusiones a nivel internacional.
Esta investigación se suma a una creciente ola de escrutinio regulatorio en Europa hacia las grandes plataformas tecnológicas, particularmente en lo que respecta a la protección de datos, el funcionamiento de algoritmos y los riesgos de injerencia extranjera en contextos políticos y electorales.
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