Por intentar contrabandear en 2018 con buches de Totoaba (Totoaba macdonaldi), un ciudadano chino fue detenido en Mexicali por la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), brazo de la Fiscalía General de la República (FGR).
El cargo: delito contra la biodiversidad, en la modalidad de transporte de fauna silvestre acuática en peligro de extinción. Resulta que la totoaba, también conocida como corvina blanca, o cabicucho, es una especie de pez de la familia Sciaenidae, y una especie endémica del norte del Mar de Cortés. Debido a su sobre-explotación, su población disminuyó alarmantemente hasta acercarla peligrosamente a su casi extinción. Se convirtió por decreto en una especie protegida. El pez totoaba ha llegado a posicionarse intermitentemente como el más caro del mundo.
De hecho, el 16 de abril de 2015, el gobierno de México anunció un programa para el rescate y conservación de la totoaba, y la vaquita marina (Phocoena sinus), el cual incluye vedas y apoyo económico a los pescadores de la zona.
Así las cosas, sacar a estos peces de su hábitat para dejarlos podrirse en el aeropuerto no es el tipo de descuido que suelen tolerar los agentes de justicia de Baja California. Porque así sucedió, exactamente: en 2018, el ciudadano chino en comento intentó viajar desde el Aeropuerto de Tijuana a la ciudad de Shanghai, en su país natal, pero le cancelaron el vuelo, tras lo que se le hizo fácil dejar en el aeropuerto las seis maletas que constituían su equipaje, con su dirección escrita y también con fragmentos orgánicos de totoabas fermentándose en su interior.
Ante el fuerte aroma, y tras la apertura de las maletas en el escritorio de aduanas, entre la ropa y diversos artículos se hallaron varios paquetes cubiertos de papel café que contenían buches deshidratados de totoaba, y con etiqueta de documentación a nombre de tres personas, entre ellas Li “J”, motivo por el cual, el titular de la Estación Aeropuerto de Tijuana presentó una denuncia que derivó en el inicio de una carpeta de investigación.
A la vista de tal cantidad de sistemas digestivos pertenecientes a una especie clasificada en peligro de extinción por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 y además enlistada en el apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), el imperativo de buscar al ciudadano chino Li “J” se configuró en la agenda de los agentes como labor ineludible, tomara el tiempo que tomara.
Desde 2018, año del hallazgo de los buches deshidratados, un juez de control giró la orden de aprehensión correspondiente, misma que ahora, siete años después, finalmente pudo desahogarse, y hasta evolucionar en la vinculación a proceso de LI «J.
FOTOGRAFÍA: FISHFOCUS.UK