Las fuertes lluvias registradas durante el pasado fin de semana en la Sierra Norte y Nororiental de Puebla provocaron una tragedia humanitaria: hasta el momento, se han confirmado 13 personas fallecidas, entre ellas dos menores de edad, además de más de 20 mil damnificados en 22 municipios.
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, informó que las víctimas mortales pertenecen, en su mayoría, al municipio de Huauchinango, uno de los más afectados por el desastre. En ese contexto, el mandatario reveló que una familia completa, compuesta por dos niñas, sus padres y su hermana mayor, perdió la vida como consecuencia de los deslaves e inundaciones causados por las precipitaciones.
El gobierno estatal ha iniciado el censo casa por casa para cuantificar los daños y determinar los apoyos económicos que se destinarán a la población afectada. Este levantamiento está siendo realizado por personal de la Secretaría de Bienestar, y será clave para canalizar los recursos disponibles.
Hasta el momento, se ha logrado reducir la lista de personas desaparecidas de 15 a solo cuatro. Sin embargo, las autoridades reconocen que hay indicios de que al menos dos de ellas podrían seguir sepultadas bajo los escombros o el lodo acumulado.
Armenta subrayó que se dispondrá de más de 200 millones de pesos del fondo estatal para contingencias, y que además se cuenta con un respaldo adicional a nivel federal de 19 mil millones de pesos para emergencias como la que atraviesa el estado.
Por otro lado, el secretario de Gobernación de Puebla, Samuel Aguilar Pala, señaló que 13 personas permanecen hospitalizadas debido a las lesiones sufridas durante el temporal. Además, detalló que las lluvias afectaron la infraestructura vial de 22 municipios, con 17 de ellos clasificados como prioritarios por el nivel de daño que presentan.
Entre los municipios con mayores afectaciones se encuentran Honey, Huauchinango, Pantepec y Jalpa, en la Sierra Norte, así como Hueytlalpan, Hueytamalco, Acateno y Tlatlauquitepec, en la Sierra Nororiental.
Las labores de rescate, evaluación de daños y apoyo a las familias continúan en curso, mientras la administración estatal asegura que no dejará solos a los damnificados.
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