En la inauguración del Coloquio Internacional “Perspectivas de la Ecología en América Latina”, celebrado en la UNAM, Alicia Bárcena, titular de la Semarnat, advirtió que México atraviesa una «tragedia ambiental». Cada año el país pierde más de 155 mil hectáreas de cobertura forestal, mientras millones de personas viven en entornos contaminados como la presa El Ahogado en Jalisco o el río Sonora, convertidos en verdaderos «infiernos ambientales».
«Restaurar, remediar, conservar, pero también desarrollar e igualar con justicia social»: con estas palabras, Bárcena definió el desafío actual de la política ecológica del país. Subrayó que no basta con avanzar en lo técnico, sino que se debe poner al centro a las comunidades históricamente despojadas.
Durante su intervención, Bárcena criticó la concentración del poder económico en pocas familias dueñas de sectores clave como el turismo y la minería, a quienes se otorgan cotidianamente permisos ambientales. Denunció que esta situación responde a una cultura de privilegios que «debe ser combatida», ya que reproduce desigualdades estructurales.
La justicia social y la justicia ambiental son inseparables, sostuvo la funcionaria, al recalcar que no puede haber mejora ecológica sin transformación política profunda. Agregó que el nuevo paradigma de la política ambiental del gobierno exige el involucramiento de la comunidad científica para construir una visión ecológica humanista.
Entre los compromisos institucionales, Bárcena anunció que la Semarnat busca restaurar 50 sitios altamente degradados, así como reforestar 100 mil hectáreas de bosques y otras 100 mil de manglares, ecosistemas devastados por el modelo extractivista y el abandono gubernamental. «Tenemos 12 mil kilómetros de costas, pero nos hemos dedicado a destruir sus manglares», lamentó.
También participó Rosaura Ruiz, secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, quien destacó la urgencia de priorizar la restauración de los sistemas naturales como vía hacia la resiliencia climática.
Entre los asistentes al evento se encontraba la profesora emérita de la UNAM, Annie Pardo, destacada científica y madre de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, recordó que una cuarta parte de los conflictos socioambientales globales ocurren en América Latina, muchos de ellos por megaproyectos que afectan territorios indígenas y ecosistemas sensibles. Afirmó que la ciencia no puede ser neutral frente a la injusticia y debe posicionarse como agente de cambio.
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