Ciudad de México.– Andrea Chávez, senadora de Morena y figura destacada de la nueva generación obradorista, confirmó su interés por competir por la presidencia del Senado en la próxima legislatura. No obstante, dejó en claro que su prioridad está en otra ruta: la gubernatura de Chihuahua en 2027.
“Mi prioridad es Chihuahua, pero me parece muy importante construir una ruta nacional legislativa, y de llegar al Senado, ser parte de la Junta de Coordinación Política, y por supuesto, encabezar la presidencia del Senado”, declaró en entrevista durante un encuentro legislativo.
El posicionamiento de Chávez ocurre mientras Morena define los liderazgos del Congreso para el sexenio de Claudia Sheinbaum. Entre los nombres que suenan para dirigir el Senado están también Citlalli Hernández y Félix Salgado Macedonio, lo que anticipa una reconfiguración del poder legislativo en clave 4T.
Chávez ha construido una imagen combativa en redes sociales, con un discurso abiertamente ideológico y feminista, lo que la ha convertido en una vocera del ala dura de Morena. Sin embargo, su trayectoria no ha estado exenta de críticas.
En 2023, fue señalada por gestionar ambulancias para municipios de Chihuahua a través de recursos federales, sin que mediara coordinación con autoridades estatales ni plena transparencia en los criterios de entrega. La Secretaría de Salud local incluso declaró que no había solicitado ese equipamiento, lo que encendió alertas sobre el posible uso político del programa.
Pese a la polémica, Chávez se ha mantenido firme en su aspiración territorial. En entrevistas y foros públicos ha reiterado su intención de contender por la gubernatura de Chihuahua en 2027, estado que ha sido históricamente adverso a la izquierda, pero donde Morena busca consolidarse como fuerza dominante.
Así, la senadora se perfila como una figura que juega en dos tableros: el nacional y el estatal. Y aunque su narrativa habla de compromiso con la transformación del país, los episodios como el de las ambulancias revelan que su carrera no está libre de las prácticas tradicionales que la 4T dice combatir.
