Liliana Gabriela Sánchez Machorro, abogada de 34 años, y su asistente Shayla Alejandra Martínez Hernández fueron encontradas sin vida en el interior de un vehículo sobre la carretera Tecamachalco–Quecholac. Ambas habían sido reportadas como desaparecidas la madrugada del domingo 27 de julio en el municipio de Tepeaca.
Las autoridades confirmaron que los cuerpos presentaban impactos de arma de fuego. Las víctimas fueron vistas por última vez alrededor de las 3 de la mañana, cuando ingresaron a una tienda en Santa Cruz Temilco, Tepeaca. Tres horas más tarde, sus cuerpos fueron hallados dentro del automóvil de Liliana, un Volkswagen Golf blanco.
Las pertenencias y el vehículo fueron encontrados intactos, lo que descarta el robo como móvil.
Según reportes oficiales, los teléfonos celulares de ambas dejaron de tener señal poco después de su desaparición. Esto refuerza la hipótesis de una agresión directa y premeditada.
Liliana Gabriela había participado en una asamblea comunitaria en Tecamachalco, donde mujeres compartieron testimonios sobre violencia estructural.
En ese encuentro, realizado apenas unas horas antes de su asesinato, se discutieron las condiciones de violencia que enfrentan mujeres de la región y se exigieron garantías estatales para una vida libre de agresiones.
La Secretaría de las Mujeres del estado de Puebla condenó los feminicidios y exigió justicia.
A través de un boletín, la dependencia expresó: “Condenamos con firmeza los feminicidios de Liliana Gabriela Sánchez Machorro y Shayla Alejandra Martínez Hernández. Hoy ambas nos faltan”.
Liliana Gabriela era una figura respetada en la región, reconocida no solo por su ejercicio profesional como abogada, sino también por su participación activa en actividades comunitarias y su afición al fútbol local. Shayla Alejandra, su secretaria y colaboradora cercana, compartía con ella una relación de trabajo estrecha y de confianza.
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Fotografía: Redes
