La Cámara de Diputados aprobó en lo general, con 324 votos a favor y 129 en contra, el dictamen que reforma la Ley General de Salud para prohibir de manera absoluta los cigarrillos electrónicos, vapeadores y dispositivos análogos, así como toda su cadena de producción, comercialización, importación y publicidad. La iniciativa fue enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum y discutida durante más de tres horas en el Pleno, donde las bancadas mostraron posturas divididas.
El presidente de la Comisión de Salud, Pedro Zenteno Santaella (Morena), defendió la reforma y sostuvo que el objetivo es proteger a la niñez y juventud frente a productos que “han explotado vacíos regulatorios” para dirigirse a menores con diseños atractivos y publicidad engañosa.
Ante críticas de la oposición por supuesta criminalización de usuarios, Zenteno aseguró que la mayoría presentará una reserva para aclarar que no se sancionará a consumidores, sino únicamente a quienes vendan o distribuyan vapeadores con fines de lucro. Para estos, la reforma prevé penas de 1 a 8 años de cárcel y multas que van de 11 mil a 226 mil pesos.
Además de la prohibición total, el dictamen incluye otras disposiciones:
- Fortalecimiento de las compras consolidadas de medicamentos e insumos.
- Ampliación de facultades de Cofepris.
- Incentivo a la producción nacional de medicamentos.
- Reconocimiento de la salud digital.
- Planeación nacional de infraestructura en salud.
- Regulación y actualización de sustancias sicotrópicas y estupefacientes.
- Reglas de transparencia para el uso de recursos del Fonsabi.
Oposición advierte un impulso al mercado ilegal
Las bancadas del PRI, PAN y MC votaron en contra. La diputada emecista Irais Reyes de la Torre calificó la iniciativa como “la reforma más prohibicionista, autoritaria y absurda en décadas”, al considerar que equipara la posesión de un vapeador con delitos más graves como divulgar imágenes íntimas sin consentimiento o portar armas prohibidas.
Reyes y otros legisladores advirtieron que la medida fortalecerá al crimen organizado, al trasladar al mercado negro la venta de vapeadores, un producto actualmente lícito y ampliamente utilizado. “Más prohibiciones igual a más mercado negro y más dinero para los cárteles”, sostuvo.
Por el PAN, Éctor Jaime Ramírez Barba señaló que el anuncio de una reserva para corregir la redacción evidencia fallas en el dictamen, un documento de más de 829 páginas que, aseguró, no fue discutido con expertos ni organismos especializados. Criticó también la falta de recursos para el sistema de salud y alertó sobre una “privatización de facto” ante la incapacidad del Estado para garantizar atención pública.
La priista Mónica Elizabeth Sandoval reclamó que la mayoría legislativa ignorara los señalamientos de la oposición. “Ustedes ya saben qué van a votar. A ustedes les vale lo que pasa en las calles y están descomponiendo al país”, dijo entre gritos cruzados.
Pese a los reclamos, Morena y sus aliados lograron la aprobación en lo general. El debate continuará durante la discusión de reservas, donde se espera que quede definido el alcance de las sanciones y la claridad respecto a los consumidores.
La reforma avanza en medio de un intenso debate nacional sobre los efectos del vapeo, la regulación sanitaria y el combate al mercado ilegal, temas que seguirán en la agenda durante las próximas semanas.
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