La presidenta Claudia Sheinbaum presentó este viernes un plan para recuperar la industria farmacéutica nacional mediante la producción de medicamentos genéricos y la reactivación de una política industrial que obliga a las empresas a contar con plantas de producción dentro del país.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum afirmó que su gobierno aprovechará la liberación de más de 700 patentes de medicamentos a nivel mundial en los próximos dos años —318 en 2025 y 383 en 2026— para fortalecer la autosuficiencia del sector salud. Según explicó, esta medida permitirá producir genéricos de alta demanda a precios accesibles, lo que contribuirá tanto a mejorar el acceso a tratamientos médicos como a impulsar el crecimiento económico.
Uno de los ejes centrales del plan es la reinstauración del requisito de planta, eliminado en 2008 durante el sexenio de Felipe Calderón, denunció Sheinbaum:
“En ese periodo se retiró el requisito y cayó por completo la industria farmacéutica nacional” … “Nuestro objetivo es recuperarla, por eso se emitió un decreto que restituye esta condición como criterio central en las próximas licitaciones públicas para adquirir medicamentos e insumos del Sistema Nacional de Salud”.
El director general de IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch Pérez, respaldó la medida y advirtió que la eliminación del requisito de planta favoreció a mercados extrarregionales, dejando a México sin capacidad propia para producir medicamentos estratégicos, una vulnerabilidad que se hizo evidente durante la pandemia de covid-19.
Svarch subrayó además que la industria farmacéutica tiene un efecto multiplicador sobre la economía, al estar vinculada con 146 ramas manufactureras, comerciales y de servicios:
“Este sector representa un valor superior a los 3,300 millones de dólares y tiene un fuerte impacto en la generación de empleos, especialmente para las mujeres”.
La presidenta también destacó que la producción de medicamentos genéricos no solo permitirá asegurar el abasto en el sistema de salud, sino también reducir los costos al romper el monopolio de laboratorios que mantienen patentes:
“Una vez que expiran, cualquier laboratorio puede producir el medicamento, siempre que cumpla con las normas técnicas. Ahí está nuestra oportunidad”.
Sheinbaum calificó este esfuerzo como una acción clave para alcanzar la soberanía farmacéutica y construir un modelo industrial más justo, que privilegie la producción nacional sobre la dependencia externa.
Con este plan, el gobierno de Sheinbaum busca no solo reindustrializar el país en un sector estratégico, sino también corregir lo que considera una herencia de políticas neoliberales que debilitaron la capacidad productiva nacional en áreas clave para el bienestar social.
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