Durante los 18 años de gobiernos del PRIAN, Pemex vivió ingresos récord por la venta de petróleo, alcanzando precios superiores a 100 dólares por barril. Sin embargo, gran parte de esos recursos se perdió entre saqueo, corrupción y decisiones erráticas, según destacó la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, al presentar medidas para liberar a la paraestatal de la carga fiscal impuesta desde el inicio del neoliberalismo.
Sheinbaum recordó que bajo Vicente Fox, aunque la producción llegó a 3.2 millones de barriles diarios, los excedentes financieros nunca se invirtieron adecuadamente en Pemex. En su sexenio, se priorizó la acumulación de reservas y la duplicación de la burocracia interna, en lugar de fortalecer la infraestructura petrolera. Además, la empresa enfrentó casos de desvíos millonarios como el Pemexgate, que implicó transferencias indebidas de recursos al sindicato y al PRI.
Durante la administración de Felipe Calderón, se tomaron decisiones cuestionables que afectaron a los yacimientos petroleros más importantes, como Cantarell, y favorecieron contratos desfavorables con empresas extranjeras como Repsol y Odebrecht, provocando pérdidas millonarias a Pemex. También quedó pendiente la construcción de la refinería Bicentenario en Tula, de la que solo se completó una barda, generando un gasto millonario sin resultados productivos.
En el periodo de Enrique Peña Nieto, la estrategia continuó con la privatización parcial del sector mediante la Reforma Energética de 2013, que no detuvo el declive de la producción petrolera ni evitó el crecimiento de la deuda de la empresa. Según datos oficiales, entre 2012 y 2018 la inversión pública en exploración cayó 55%, la producción de crudo 28% y la de gas natural 22%, mientras la deuda de Pemex aumentó 129.5%, convirtiéndola en la petrolera más endeudada del mundo.
Sheinbaum subrayó que el rescate actual de Pemex, iniciado en la administración de Andrés Manuel López Obrador y continuado por su gobierno, busca recuperar la producción, reforzar la infraestructura y reorientar los recursos hacia la industria petrolera nacional, con convicción y amor a la patria. A diferencia de las administraciones anteriores, enfatizó, ahora existe un plan integral para evitar que los recursos públicos se desperdicien y asegurar que Pemex contribuya al desarrollo del país.
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