La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú aprobó una moción para declarar persona non grata a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, debido a sus declaraciones en respaldo al expresidente peruano Pedro Castillo. La propuesta fue aprobada con 12 votos a favor y 6 en contra, y ahora deberá pasar al Pleno del Congreso para su votación definitiva.
El pedido fue impulsado por los legisladores Ernesto Bustamante, Patricia Juárez y Maricarmen Alva, quienes consideran que la mandataria mexicana ha tenido una actitud hostil hacia el Perú desde su llegada al poder en octubre de 2024. La principal crítica recae en que Sheinbaum se refirió públicamente a Castillo como el “presidente legítimo” y pidió su excarcelación, lo que los parlamentarios peruanos interpretan como un desconocimiento de la sucesión constitucional tras su destitución y una intromisión en los asuntos internos del país.
Desde la perspectiva de los congresistas que impulsaron la moción, estas declaraciones constituyen un agravio a la institucionalidad y soberanía peruana. A su juicio, la presidenta mexicana estaría vulnerando principios de diplomacia y respeto entre naciones, en particular la tradicional Doctrina Estrada, que sostiene la política exterior mexicana de no intervención.
Maricarmen Alva insistió en que la medida no representa un rechazo al pueblo mexicano, sino una defensa de la dignidad nacional, recordando la importancia de exigir respeto a las instituciones peruanas. Por su parte, José Cueto advirtió que los pronunciamientos de un presidente tienen un peso internacional, incluso si se emiten a título personal.
Sin embargo, no todos los legisladores estuvieron de acuerdo. Desde el sector contrario, Alex Flores opinó que las declaraciones de Sheinbaum no deben considerarse injerencia oficial, ya que no fueron emitidas a través de canales diplomáticos ni constituyen una solicitud formal ante el gobierno peruano.
La respuesta de Claudia Sheinbaum: «No es una agresión»
Ante esta controversia, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió públicamente desde su conferencia de prensa matutina, asegurando que su postura no fue una agresión hacia el Estado peruano. Explicó que su respaldo a Pedro Castillo surgió luego de recibir a su abogado en México, y reiteró que, desde su óptica, lo sucedido en Perú fue un golpe de Estado.
“No es una agresión, recibí aquí al abogado del presidente Pedro Castillo, que desde nuestro punto de vista sufrió un golpe de Estado y me solidaricé con él”
Sheinbaum defendió su derecho a expresar solidaridad, argumentando que su intención fue manifestar una postura política frente a lo que considera una injusticia, y no intervenir en los asuntos internos del país sudamericano. Su respuesta busca desmarcarse de la acusación de injerencia, al posicionarse en el terreno del activismo político y la defensa de los derechos humanos.
El debate en Perú no solo gira en torno a la figura de Sheinbaum, sino que también pone en evidencia las tensiones diplomáticas entre ambos países, que han ido en aumento desde la crisis política tras la salida de Pedro Castillo. Además, reaviva interrogantes sobre el rumbo que está tomando la política exterior mexicana en la región.
El siguiente paso será la evaluación de la moción por parte del Pleno del Congreso, mientras el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú ya fue notificado para tomar acciones por la vía diplomática.
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