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¿Desaceleración en marcha? Manufacturas mexicanas trascienden durante julio el umbral de contracción

El Indicador de Pedidos Manufactureros de México cayó por primera vez en más de ocho meses, señalando una posible contracción industrial.

El Indicador de Pedidos Manufactureros (IPM), elaborado por el INEGI y el Banco de México a través de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), publicada este viernes 1 de agosto, registró en julio de 2025 un nivel de 49.8 puntos en cifras desestacionalizadas, mostrando un retroceso mensual de 0.9 puntos y ubicándose, por primera vez en más de ocho meses, por debajo del umbral de 50 puntos.

Este umbral tiene un significado crucial: valores superiores a 50 reflejan una percepción optimista en el sector manufacturero —lo que sería el “mejor de los mundos posibles”, apuntando a expansión, mayor dinamismo y confianza—, mientras que cifras por debajo de dicho nivel —el denominado “escenario de pesadilla”— indican expectativas de contracción, cautela y desaceleración en la actividad manufacturera.

Elaboración de gráfica: INEGI

A lo largo del año 2025, el IPM permaneció durante varios meses por encima de 50 puntos, pero entró en una tendencia descendente en las últimas lecturas. El valor de julio (49.8) contrasta con los 50.7 puntos registrados en junio y refleja un cambio de ánimo entre los empresarios del sector —quienes ven con creciente preocupación la evolución de la producción y la demanda interna, en un contexto nacional e internacional de mayor incertidumbre—.

En cuanto al histórico anual de las cifras desestacionalizadas del IPM, los registros recientes para el mes de julio de cada año han sido los siguientes: en 2021, 51.2 puntos; en 2022, 51.0 puntos; en 2023, 50.3 puntos; en 2024, 48.5 puntos; y en 2025, 49.2 puntos (cifra original). Esta evolución evidencia una trayectoria descendente desde los años posteriores a la pandemia y la dificultad del sector para consolidar una recuperación robusta.

Desagregando por componentes, el subíndice de “pedidos” alcanzó 52.1 puntos (subiendo 0.3 respecto al mes anterior y 6.9 puntos respecto a julio de 2024), mostrando dinamismo moderado. Sin embargo, el de producción cayó a 48.6 puntos (-6.2 mensual y -3.2 anual), y el de personal ocupado permaneció débil, con 48.9 puntos (0.3 mensual, pero -1.1 anual). La “oportunidad en la entrega de insumos” y los “inventarios” permanecieron por debajo de 50 puntos, confirmando la persistencia de dificultades logísticas y de abasto.

Análisis de componentes: producción y empleo en alerta

En términos generales, estos indicadores dibujan un panorama donde la industria manufacturera mexicana muestra señales de desaceleración, con especial énfasis en el estancamiento de la producción y la cautela en el empleo. A pesar de que los pedidos mantienen cierta fortaleza, la divergencia entre perspectivas de demanda y niveles reales de producción advierte sobre posibles cuellos de botella y menor capacidad de respuesta del sector.

La interpretación de estos datos invita a la prudencia: si bien no se ha ingresado firmemente en un escenario de crisis, la cercanía del IPM a la zona contractiva sugiere la necesidad de monitorear de cerca las condiciones industriales y de fortalecer políticas que impulsen la resiliencia productiva en México.

GRÁFICAS: INEGI

FOTOGRAFÍA DE PORTADA: AGENCIA ENFOQUE

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