A sus 95 años, Ernesto Fonseca Carrillo, conocido como ‘Don Neto’ y uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara, inició un proceso legal para recuperar los bienes y recursos económicos que le fueron asegurados durante su captura en 1985, luego de cumplir una condena de 40 años por el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, y del piloto Alfredo Zavala.
Tras su liberación el 5 de abril de 2025, Fonseca Carrillo presentó un amparo solicitando que la Fiscalía General de la República (FGR) levante el aseguramiento de sus cuentas bancarias, incluyendo la devolución de montos con intereses generados desde su incautación, y que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) supervise que los bancos calculen correctamente los fondos a entregar.
La juez Décimo Tercero de Distrito en Materia Penal, Gabriela Sandoval, desechó la demanda argumentando que Fonseca Carrillo ya había presentado previamente una inconformidad ante un Tribunal Colegiado, recurso que debe resolverse antes de admitir un nuevo amparo. En respuesta, el exlíder del cártel interpuso un recurso de queja para que un tribunal colegiado revise y acepte analizar su demanda.
En el amparo, Fonseca Carrillo no especifica las cantidades ni los nombres de las instituciones bancarias involucradas, aunque deja claro que busca que se calculen los montos con intereses acumulados desde 1985.
Desde su captura el 7 de abril de 1985 en Puerto Vallarta, Jalisco, Fonseca Carrillo estuvo recluido en penales de máxima seguridad como Altiplano, Occidente y el Reclusorio Norte. A partir de 2016, por motivos de salud graves como artritis y un tumor de colon, cumplió el resto de su condena bajo arresto domiciliario en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, donde permaneció hasta recuperar la libertad.
Este caso genera un debate sobre la devolución de bienes a criminales históricos y cuestiona el papel del Estado y de las instituciones bancarias frente a demandas de este tipo, incluso décadas después de cumplidas las sentencias.
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