El cuerpo de Baldemar Calderón Carrillo, conocido como Don Balde y líder del Cártel de Chiapas y Guatemala (CCHyG), fue entregado a su familia tras ser abatido el 8 de junio durante un enfrentamiento con policías estatales en Frontera Comalapa, Chiapas, confirmaron autoridades de seguridad.
Los restos de Calderón Carrillo, su hijo Walfre Donaldo —alias Teniente— y otros dos integrantes del mismo grupo criminal, fueron reclamados por sus familiares a través del Consulado de Guatemala en México, informó un funcionario de la Fiscalía General de Justicia de Chiapas.
El funeral de Don Balde fue multitudinario, con caravanas de vehículos y ráfagas de armas de alto poder en Huehuetenango, Guatemala, según múltiples publicaciones en redes sociales. Estos actos evidencian el poder territorial del CCHyG.
Pese a haber muerto días antes, Calderón Carrillo apareció una semana después como uno de los 13 guatemaltecos señalados por la Fiscalía de Justicia de Estados Unidos por coordinar el envío de grandes cantidades de cocaína desde La Mesilla y La Democracia, ambos poblados guatemaltecos fronterizos con México.
El enfrentamiento en el que murió el capo también incluyó a su hijo y dos sicarios del cártel. La operación fue llevada a cabo por el Grupo de Reacción Inmediata Pakal, una fuerza especial del estado de Chiapas.
Durante el operativo, agentes armados y vehículos blindados mexicanos cruzaron ilegalmente a territorio guatemalteco, específicamente en La Mesilla, lo que generó tensión diplomática entre ambos países.
Este despliegue ocurrió tras un ataque en el que murieron cinco policías calcinados, presuntamente emboscados por el CCHyG. En respuesta, el gobierno de Chiapas movilizó más de mil elementos estatales a la frontera sur.
La zona fronteriza entre Chiapas y Guatemala es clave para el crimen organizado. Desde 2021, es disputada por el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que mantienen una pugna violenta por el control de rutas de contrabando.
Según la Secretaría de la Defensa Nacional, desde Frontera Comalapa inician al menos dos rutas clave para el tráfico de drogas, armas y migrantes que atraviesan México rumbo a Estados Unidos, lo que refuerza la importancia estratégica del territorio.
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