La Fiscalía General de la República incineró más de dos toneladas de narcóticos en Tapachula, Chiapas, como parte del Programa de Destrucción de Narcóticos y en coordinación con el Gabinete de Seguridad federal. La dependencia detalló que estas acciones buscan garantizar transparencia en el manejo de evidencias y evitar que los decomisos regresen a redes criminales.
En su comunicado, la FGR informó que la droga destruida incluye más de 939 kilos de clorhidrato de cocaína y una tonelada de marihuana, además de metanfetamina, cocaína base y otros enervantes asegurados en diversas carpetas de investigación. También fueron eliminados objetos del delito y equipo táctico confiscado en distintos operativos.
La incineración fue realizada por la Fiscalía Especializada de Control Regional (FECOR), con apoyo de personal de Marina, Defensa y Guardia Nacional. Estas instituciones participaron para fortalecer un proceso que, según el Código Nacional de Procedimientos Penales, obliga a destruir las sustancias aseguradas una vez concluidos los dictámenes periciales.
La FGR subrayó que estas acciones forman parte del esfuerzo permanente para combatir el crimen organizado y reiteró que la colaboración interinstitucional es clave para avanzar hacia un modelo de seguridad más eficaz y con respeto a la legalidad.
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