La presidenta Claudia Sheinbaum anunció este jueves que su administración implementará un control estricto de combustibles importados y exportados en todas las aduanas del país, tras el hallazgo de más de 10 millones de litros de hidrocarburo no declarado en un buque en Tamaulipas.
Durante su conferencia matutina, la mandataria informó que nueve secretarías y organismos federales trabajan de manera coordinada para consolidar una base de datos en tiempo real sobre el ingreso, producción y venta de combustibles en México, la cual estará lista antes de que termine octubre. Detalló Sheinbaum:
“Tenemos un grupo de trabajo donde están la Secretaría de Energía, Hacienda, Pemex, Aduanas, ASEA, Profeco, Seguridad, la Fiscalía y la Agencia de Transformación Digital, para consolidar una sola fuente de información que nos permita saber día con día cuántos combustibles se importan y se venden”.
La mandataria explicó que actualmente cada institución mantiene sus propios registros —Pemex, Energía, SAT y Aduanas—, pero sin compatibilidad entre sí. El nuevo sistema busca unificar los datos y cerrar las brechas que han permitido el contrabando o la venta de gasolina sin registro oficial.

Pemex y el control del huachicol
Sheinbaum destacó que Pemex, al ser la única empresa autorizada por ley para refinar combustibles en México, será clave en la estimación de la producción nacional. Con esta información cruzada con la de Aduanas y el SAT, el gobierno podrá detectar inconsistencias en las cifras de importación y venta, lo que ayudará a combatir el robo de combustible. Subrayó la presidenta:
“Solo Pemex produce combustibles en México. Exporta una parte y otra se importa a través de privados desde la reforma de 2015. Con la nueva base de datos sabremos si se vende más combustible del que se produce o se importa legalmente; si eso ocurre, significa que proviene del contrabando”.
El plan también incluye mayores obligaciones para las empresas privadas que importan o distribuyen gasolina. Estas deberán compartir sus registros al gobierno federal y operar con un sistema de trazabilidad digital.
Cada transporte de combustible deberá portar un código QR autorizado por la Secretaría de Energía, con información sobre su origen, destino, ruta y almacenamiento. Puntualizó Sheinbaum:
“Antes no existía esa trazabilidad. Ahora sabremos exactamente dónde se vende cada litro, quién lo transportó y a qué gasolinera llegó”.

Revisión reforzada en aduanas tras decomiso en Tampico
La presidenta recordó que el aseguramiento de un buque con más de 10 millones de litros de combustible no declarado en Tampico, a finales de septiembre, llevó a endurecer los protocolos de revisión aduanera y de análisis de cargamentos en los puertos. Advirtió Sheinbaum:
“Desde ese hallazgo se reforzaron las inspecciones en todos los puntos de entrada, los pedimentos y los análisis de laboratorio para determinar la composición del combustible. No habrá tolerancia al huachicol marítimo ni terrestre”.
Finalmente, Sheinbaum pidió no realizar estimaciones preliminares sobre las pérdidas económicas causadas por el robo de combustible hasta contar con datos precisos de la nueva base nacional.
Con esta estrategia, el Gobierno federal busca cerrar los espacios al contrabando, fortalecer la recaudación y transparentar el comercio energético, en lo que Sheinbaum calificó como “una nueva etapa en la soberanía energética del país”.
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