Javier Duarte de Ochoa, quien gobernó Veracruz de 2010 a 2016 bajo las siglas del PRI, fue acusado de encabezar una red de empresas fantasma utilizada para desviar recursos públicos por más de mil 600 millones de pesos. Su administración fue señalada también por presuntos actos de corrupción y malversación de fondos, además de denuncias éticas como el escándalo por falsas quimioterapias para niños con cáncer.
Tras solicitar licencia a su cargo en 2016, huyó del país y fue detenido en Guatemala en abril de 2017. Fue extraditado a México y condenado en 2018 a nueve años de prisión. En 2023 fue absuelto del delito de desaparición forzada, quedando vigente únicamente su condena por lavado de dinero y asociación delictuosa.
El exgobernador de Veracruz, podría salir de prisión en los próximos días, luego de solicitar oficialmente el beneficio de libertad anticipada ante una jueza federal, tras cumplir más del 95 % de su sentencia de nueve años.
Para poder acceder a este beneficio, en una audiencia ante la jueza Ángela Zamorano Herrera, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, la defensa de Duarte presentó 24 pruebas y testimonios a su favor, alegando buena conducta, tiempo de reclusión cumplido y ausencia de causas vigentes. Por su parte, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó 12 en contra, argumentando que el exmandatario aún tiene pendientes de decomiso y que su liberación sería una “afrenta a la justicia”.
La audiencia en la que se decidirá su futuro se llevará a cabo el próximo miércoles 12 de noviembre. Si la jueza aprueba la libertad anticipada, Duarte podría abandonar el Reclusorio Norte antes del 15 de noviembre. En caso contrario, permanecerá recluido hasta abril de 2026, cuando concluiría su sentencia.
Fotografía: Redes












