En un hecho sin precedentes, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) guardó este jueves un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la represión estudiantil del 2 de octubre de 1968, ocurrida en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
La propuesta fue impulsada por la ministra Lenia Batres, quien llamó a rendir homenaje a las personas que perdieron la vida durante aquella jornada histórica. En su intervención, Batres subrayó la importancia de preservar este episodio en la memoria colectiva, no solo como una muestra de respeto hacia quienes murieron, sino también como una forma de reafirmar el compromiso institucional con la no repetición de actos represivos por parte del Estado.
El planteamiento fue respaldado por el ministro presidente, Hugo Aguilar Ortiz, quien mostró su acuerdo y lo sometió a votación. La decisión fue aprobada por unanimidad, lo que dio paso a un momento solemne en el que ministras, ministros y asistentes se pusieron de pie para rendir tributo con un minuto de silencio.
La iniciativa también fue enmarcada en un mensaje claro por parte del máximo tribunal: la necesidad de consolidar un Estado de Derecho comprometido con los derechos humanos, aprendiendo de los errores del pasado para evitar su repetición. La jornada dejó ver un gesto simbólico pero potente, que marca un cambio en la relación del Poder Judicial con la memoria histórica del país.
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