Por: Azul Segura
En entrevista con El Ciudadano México, Sarmientos, cantante y actriz originaria de Ciudad de México, comparte su visión del reguetón como un lenguaje de disfrute. Las tres palabras con las que ella se describe: “alumna, curiosa y versátil”, están presentes en su música. Con una mezcla de diversos géneros urbanos y composiciones de autoría propia, expresa el orgullo por los sonidos de su lugar de origen y por su manera de vivirse como morra disidente.
¿Cómo empezaste a cantar / crear música? ¿Y por qué el reguetón?
Empecé a cantar porque una vez un amigo me dijo que me veía muy bellaca -risas-, que debería de hacer música. La verdad no era algo que pasara por mi cabeza, pero aún así, me animé. Este amigo hace rap, entonces me escribió una rola, le caímos al estudio y grabamos. Y así fue como empecé a cantar.
Ya después me gustó porque creí que era un espacio donde podía comunicar muchas cosas y por eso mismo elegí el reguetón. Crecí con mucho reguetón, con mucha cumbia, con mucha salsa, con música de sonidero, por el lugar en donde vivo. Pensé que me hubiera gustado gozarme un reguetoncito con una morra que también le cantara a otras morras. Por eso lo elegí. Siento que es parte de un poco de mi esencia.
¿Qué aspectos de tu identidad has encontrado, reafirmado o celebrado gracias al reguetón?
Yo creo que el reggaetón me ha ayudado a conectar mucho con la música con la que crecí, por lo tanto, me hizo conectar mucho con el contexto de donde vengo, abrazarlo y sentirme orgullosa.
¿Qué rol cumple en tu arte el hecho de formar parte de la comunidad LGBTTTIQA+?
Me han preguntado mucho si no me da miedo como que me encasillen en que solo hago música para la comunidad LGBT y pues no es así. Yo hago música para todos, para todas y para todes. Obviamente hablo desde mis vivencias y pues sí le canto a morritas. Pero siento que va más de cantar lo que vivo, de mi esencia y de lo que siento genuino. Por eso mismo ha llegado a conectar también con personas de la comunidad LGBT, yo creo que han logrado sentirse identificadas con algunas de mis letras. Me parece muy lindo porque es algo que yo buscaba desde un inicio, conectar con gente como yo. Pero también he conectado con gente que no es de la comunidad y que le gusta mi música y mi mensaje.
Eso también se agradece, que todes podamos abrazar la diversidad de artistas que existen.
¿Por qué crees que es importante que las morras hablemos de nuestro disfrute, nuestro cuerpo, nuestra sexualidad y nuestra diversión con nuestra voz? ¿Qué ha significado para ti hablar de esto a través del reguetón?
A lo largo de los años a las morras se nos ha dicho cómo tenemos que vivir nuestra sexualidad, y siento que hacer reggaetón es resignificar esa parte erótica y contarla desde nuestra perspectiva, no desde la perspectiva de un vato hetero cis. Es lo que hemos escuchado más, no solamente en el reggaetón sino en todos los géneros.
Que nosotras podamos contar nuestra propia historia y nuestras propias vivencias, también en el ámbito sexual, me parece algo muy poderoso. No lo había notado hasta que comencé a adentrarme un poquito más en el mundo del reguetón y conocer también otras morras que también hacen este género.
¿Crees que hay un lenguaje único en el reguetón de morras para morras? ¿Es un lenguaje diferente del reguetón hecho por hombres para morras?
Yo creo que el arte habla mucho del artista. Siento que lo que yo hago se ve atravesado por todo lo que he vivido, por todo lo que he aprendido, por mi contexto y por cómo también he sido socializada. Tal vez eso es lo que podría diferenciar a mi reguetón del reguetón que hacen los vatos. Yo creo que no nos atraviesa lo mismo y tampoco vivimos lo mismo. Siento que particularmente esa diferencia hace que se sienta distinto el reggaetón de morras para morras, el reggaetón de morras para vatos, el reggaetón de vatos para vatos, de vatos para morras. Siento que siempre, queramos o no, se va a ver atravesado por nuestros contextos, entonces yo siento que no hay un lenguaje único.
Ahora sí que cada quien habla desde cómo le ha ido en la vida, dices tú, aunque sea en el reggaetón.
¿Te has encontrado a dificultades -en la industria de la música, a prejuicios sociales o con hombres de la escena- en tu camino como artista?
Fíjate que yo empecé haciendo cine y pues la industria del entretenimiento es algo un poco complicado cuando eres disidencia, cuando eres una morra y demás. Entonces empecé a hacer música en un ambiente muy de morras, también en un ambiente muy queer y pues ahí me quedé, siento que esa industria o que ese público me ha tratado muy bien.
Que también obviamente he recibido malos comentarios, obviamente también hay hate y todas esas cosas, pero yo siempre tuve claro que eso pasaría, ¿no? Porque de alguna forma salgo de la norma. Soy una morra que viene del barrio, que le canta a otras morras, que hace reguetón, ahí ya viene una carga de estigmas de la sociedad muy fuerte. Eso siempre lo tuve consciente y decidí que no le iba a dar foco a eso. Que le iba a dar foco a lo chido, a conectar con otras personas que conecten también conmigo y pues quien no conecte, dejarlo a un lado. No tomarlo personal y decir yo sigo con mi lucha y con mi mensaje.
¿Qué te gusta/gustaría que las mujeres y disidencias sientan al bailar y escuchar tus canciones?
Me encantaría que una morra de quince años escuche por primera vez mi rola y diga: “Wow, hay alguien que también siente esto, que también disfruta de esta manera”. E incluso estaría chido que alguien diga: “No ma, está haciendo eso, yo también quiero hacerlo”. Siento que ese sería un ideal de a dónde llegue mi música.
¿Por qué crees que perrear es liberador?
Yo creo que perrear es liberador porque solo se siente. Me encanta, me encanta la resistencia desde la desde la fiesta y siento que el reggaetón siempre ha sido eso. Y ahora también está evolucionando y está teniendo espacio para morras y para disidencias. Y pues qué mejor que disfrutar perreando, disfrutar en la fiesta y resistir al mismo tiempo con eso, ¿no?
¿En qué proyectos estás trabajando ahorita?
Ahorita estoy trabajando en una serie para la comunidad LGBT, hecha por la comunidad LGBT. Estoy también creando un espacio para artistas emergentes, independientes y disidentes. En mi música sigo explorando, yo creo que voy a sacar un álbum el siguiente año. Y ando en eso, perreando, perreando, creando espacio, y disfrutando mucho, sobre todo.
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Fotografía: Especial