La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México fue sede de un trascendental encuentro que fusionó el análisis jurídico con los avances científicos más recientes. En el marco de su Seminario Permanente de Derecho y Ciencia, el Máximo Tribunal celebró el coloquio «Aporte de las Neurociencias al ámbito legal», un espacio de discusión que reunió a destacados especialistas para explorar la compleja interacción entre el cerebro humano y el sistema de justicia.
El coloquio contó con la participación de ponentes de alto nivel, quienes presentaron diversas perspectivas sobre cómo las neurociencias pueden enriquecer y desafiar los paradigmas legales actuales. Entre los expertos que compartieron sus conocimientos vale la pena mencionar a:
Dr. Mario Ciro Rivera Morales, neurólogo y especialista en medicina forense, quien abordó la utilidad de las técnicas neurocientíficas en la determinación de la capacidad mental y la imputabilidad en casos penales.
El Dr. Rivera destacó cómo los estudios de imagen cerebral y las evaluaciones neuropsicológicas pueden ofrecer evidencia valiosa para comprender el estado mental de un acusado al momento de cometer un delito, aunque enfatizó la necesidad de una interpretación cautelosa y contextualizada de estos hallazgos.
Por su parte, Dra. Karla Michelle Salas Ramírez, destacada jurista y académica con especialización en derechos humanos, profundizó en las implicaciones éticas y jurídicas de la aplicación de las neurociencias en el ámbito legal. La Dra. Salas planteó interrogantes cruciales sobre la privacidad del pensamiento, la potencial discriminación basada en predisposiciones genéticas o neurológicas, y la posible vulneración de derechos fundamentales si las neurociencias se utilizan sin una regulación adecuada. Su postura abogó por un marco ético robusto que salvaguarde la dignidad humana.
A su vez, el Dr. Roberto G. G. Castañón, investigador en neurociencias cognitivas, expuso sobre los avances en la comprensión de la toma de decisiones y la formación de la memoria desde una perspectiva cerebral. El Dr. Castañón resaltó cómo el conocimiento sobre los sesgos cognitivos y los procesos neuronales involucrados en la memoria puede ser relevante para evaluar la fiabilidad de testimonios y la validez de las pruebas judiciales. Sin embargo, advirtió sobre el reduccionismo y la complejidad de traducir fenómenos cerebrales a categorías legales.
Las posturas desarrolladas durante este coloquio fueron diversas, pero convergieron en la idea de que las neurociencias ofrecen herramientas prometedoras para una administración de justicia más informada y equitativa.
Se enfatizó la importancia de la interdisciplinariedad, la necesidad de que jueces, abogados y legisladores se familiaricen con los principios neurocientíficos, y la urgencia de establecer límites éticos claros para su aplicación. Aunque reconocieron los desafíos, los ponentes coincidieron en que ignorar los avances en neurociencias sería perder una oportunidad valiosa para modernizar y humanizar el sistema legal.
Este seminario sentó las bases para futuras discusiones y, potencialmente, para la integración gradual de estos conocimientos en la práctica jurídica mexicana.
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Neurociencias y derecho: La Suprema Corte de México explora nuevas fronteras legales
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México fue sede de un trascendental encuentro que fusionó el análisis jurídico con los avances científicos más recientes. En el marco de su Seminario Permanente de Derecho y Ciencia, el Máximo Tribunal celebró el coloquio «Aporte de las Neurociencias al ámbito legal», un espacio de discusión que reunió a destacados especialistas para explorar la compleja interacción entre el cerebro humano y el sistema de justicia.
El coloquio contó con la participación de ponentes de alto nivel, quienes presentaron diversas perspectivas sobre cómo las neurociencias pueden enriquecer y desafiar los paradigmas legales actuales. Entre los expertos que compartieron sus conocimientos se encontraron:
- Dr. Mario Ciro Rivera Morales, neurólogo y especialista en medicina forense, quien abordó la utilidad de las técnicas neurocientíficas en la determinación de la capacidad mental y la imputabilidad en casos penales. El Dr. Rivera destacó cómo los estudios de imagen cerebral y las evaluaciones neuropsicológicas pueden ofrecer evidencia valiosa para comprender el estado mental de un acusado al momento de cometer un delito, aunque enfatizó la necesidad de una interpretación cautelosa y contextualizada de estos hallazgos.
- Dra. Karla Michelle Salas Ramírez, destacada jurista y académica con especialización en derechos humanos, quien profundizó en las implicaciones éticas y jurídicas de la aplicación de las neurociencias en el ámbito legal. La Dra. Salas planteó interrogantes cruciales sobre la privacidad del pensamiento, la potencial discriminación basada en predisposiciones genéticas o neurológicas, y la posible vulneración de derechos fundamentales si las neurociencias se utilizan sin una regulación adecuada. Su postura abogó por un marco ético robusto que salvaguarde la dignidad humana.
- Dr. Roberto G. G. Castañón, investigador en neurociencias cognitivas, quien expuso sobre los avances en la comprensión de la toma de decisiones y la formación de la memoria desde una perspectiva cerebral. El Dr. Castañón resaltó cómo el conocimiento sobre los sesgos cognitivos y los procesos neuronales involucrados en la memoria puede ser relevante para evaluar la fiabilidad de testimonios y la validez de las pruebas judiciales. Sin embargo, advirtió sobre el reduccionismo y la complejidad de traducir fenómenos cerebrales a categorías legales.
Las posturas desarrolladas durante este coloquio fueron diversas, pero convergieron en la idea de que las neurociencias ofrecen herramientas prometedoras para una administración de justicia más informada y equitativa. Se enfatizó la importancia de la interdisciplinariedad, la necesidad de que jueces, abogados y legisladores se familiaricen con los principios neurocientíficos, y la urgencia de establecer límites éticos claros para su aplicación. Aunque reconocieron los desafíos, los ponentes coincidieron en que ignorar los avances en neurociencias sería perder una oportunidad valiosa para modernizar y humanizar el sistema legal. Este seminario sentó las bases para futuras discusiones y, potencialmente, para la integración gradual de estos conocimientos en la práctica jurídica mexicana.
