2 DE JULIO DE 2025. La comunidad de Cherán, Michoacán, volvió a ser escenario de violencia, reportan diversos medios y testigos locales. Dos vigilantes de la ronda comunitaria fueron asesinados tras una incursión de pistoleros armados con fusiles Barret calibre .50 mm en la Zona Rancho de Pino, camino viejo a Nahuatzen y Ciudad Perdida. El ataque, que evidencia la brutalidad y el armamento de los agresores, ha llevado a que la zona y la población de Nahuatzen sean resguardadas por efectivos del Ejército, buscando contener la situación y prevenir más violencia.
Ante los acontecimientos, el Consejo de gobierno de Cherán emitió un comunicado notificando la suspensión inmediata de «todas las actividades de clausura escolar, eventos sociales, culturales, deportivos y cualquier otro tipo de concentración pública», así como «evitar salidas innecesarias, mantener la calma y permanecer atentos a los canales de comunicación oficial» de la comunidad.

Este lamentable suceso se suma a una historia de agresiones que ha marcado a Cherán en los últimos años. Desde el levantamiento de 2011, cuando la comunidad se alzó para defender sus bosques de los talamontes y el crimen organizado, Cherán ha enfrentado constantes amenazas. Sus habitantes han denunciado extorsiones, secuestros, y ataques armados que buscan desestabilizar su singular modelo de autogobierno.
Cherán es un municipio purépecha que goza de un estatus político único en México. En 2011, la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoció su derecho a la autodeterminación y autogobierno, permitiéndoles regirse por usos y costumbres y no por partidos políticos. Esto incluye la conformación de su propia ronda comunitaria para la seguridad, una medida que ha resultado eficaz en gran parte para proteger su territorio, pero que lamentablemente hoy cobra vidas. El ataque reciente subraya la persistente vulnerabilidad de la comunidad frente a grupos criminales, a pesar de sus esfuerzos por mantener la paz y autonomía.
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