La Cámara de Diputados federal se enfrenta a una inquietante situación que se cierne sobre su acervo bibliográfico, un tesoro documental de incalculable valor.
Según informa un comunicado oficial publicado hoy 4 de agosto de 2025, a solicitud del diputado Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política, el secretario general de Servicios Administrativos del Congreso, Mauricio Farah Gebara, realizó una visita de inspección general a los diferentes sectores que integran esta biblioteca.
El presidente de la Junta, un reconocido promotor de la academia, ha manifestado su profunda preocupación por el desorden, la falta de resguardo y las condiciones en las que se encuentra la colección. Sus inspecciones, motivadas por el interés de contar con un acervo que sirva de manera efectiva, han constatado que, lamentablemente, existen quejas fundadas.
Las sentidas palabras de Mauricio Farah Gebara confirman la gravedad del problema:
«Triste y lamentablemente hemos visto que hay documentos y libros que se encuentran tirados, abandonados y expuestos a cualquier situación que pueda deteriorarlos».
La situación, de no ser atendida con la urgencia que demanda, resultaría en la pérdida irreparable de información y conocimiento.
Se anuncia auditoría exhaustiva
Ante este panorama, la Cámara de Diputados se ha visto en la obligación de tomar cartas en el asunto. Se ha anunciado una auditoría exhaustiva de la biblioteca para evaluar la magnitud del daño y determinar las acciones necesarias para rectificar esta situación. El deber de la institución es garantizar que el acervo bibliográfico sea resguardado con la seriedad y el respeto que merece, y no como un depósito de objetos olvidados.
Es importante señalar que esta inspección de Mauricio Farah Gebara es subsecuente a una supuesta reunión convocada para el 31 de julio por el subdirector de Relaciones Laborales a cargo del personal operativo del recinto legislativo, en la que, de acuerdo a la versión de una persona que se dijo afectada, resultaron despedidos numerosos mandos medios, personal de honorarios y bajo otras figuras de relación laboral.
De acuerdo dicha denunciante, entrevistada por El Sol de México el 2 de agosto, personal hasta con 30 años de servicio se vio súbitamente orillada a firmar su renuncia laboral, impidiéndole llegar como miembro del equipo de bibliotecarios al ya próximo 89 aniversario de aquella insigne biblioteca que, como alguna vez expresó la diputada María Teresa Ochoa Mejía, «tiene las puertas siempre abiertas para ir, gozar, aprovechar y disfrutar».
FOTOGRAFÍA: Uvejotas, Red de Bibliotecas