Este martes 29 de julio de 2025, Teresa Guadalupe Reyes Sahagún presentó su renuncia a la titularidad de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) de la Secretaría de Gobernación, cargo que venía ejerciendo desde el 23 de octubre de 2023, fecha en que fue designada para sustituir a Karla Quintana Osuna tras un proceso de consultas públicas, con el visto bueno del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
Reyes concluirá oficialmente su encargo el 31 de agosto de 2025, dando paso a un proceso de consulta pública para seleccionar a la próxima persona titular de la CNB, en el que participarán colectivos de víctimas, expertos y organizaciones civiles especializadas en desaparición forzada y búsqueda de personas.
Desde su nombramiento, hubo controversia por el carácter opaco del proceso y por la limitada experiencia específica de Reyes Sahagún en materia de desapariciones, aspectos criticados por ONG como Fundar y el Observatorio de Designaciones Públicas, además de la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Diversas organizaciones civiles señalaron también una falta de apertura y consulta hacia los colectivos de familiares, lamentando que la designación “profundizara el recelo sobre la seriedad con que el gobierno asume sus obligaciones con las víctimas”.
Balance mixto entre escáneres portátiles y prácticas revictimizantes
Durante su gestión, el balance fue mixto según reportes periodísticos y la percepción de familiares de desaparecidos. Por un lado, Reyes Sahagún promovió la entrega de escáneres portátiles para mejorar la identificación humana en coordinación con fiscalías, y algunos reconocieron avances en la colaboración interinstitucional. Sin embargo, abundaron reclamos de familias buscadoras y colectivos por la falta de diálogo efectivo, de resultados contundentes y por prácticas consideradas revictimizantes. El contexto general siguió siendo crítico: hasta junio de 2025, la CNB reportaba más de 129 mil personas desaparecidas o no localizadas a nivel nacional, una cifra que refleja el carácter histórico y en aumento de la problemática.
El compromiso de Reyes Sahagún era fortalecer el sistema nacional de búsqueda y acompañamiento a las víctimas, pero el fenómeno de las desapariciones se mantuvo como crisis humanitaria persistente, marcada por desafíos de coordinación interinstitucional, recursos insuficientes, y la percepción de una respuesta estatal aún lejos de responder a las necesidades de las víctimas y sus familias.
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