El Gobierno de México desplegó una amplia operación militar y de seguridad en Michoacán bajo el nombre “Operación Paricutín”, con el objetivo de restablecer la paz, combatir la extorsión y frenar la expansión del crimen organizado en el estado. La estrategia forma parte del Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, anunciado recientemente por la presidenta Claudia Sheinbaum, y representa uno de los mayores operativos federales de los últimos años en la entidad.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), más de 10 mil 500 efectivos del Ejército, Guardia Nacional y Fuerza Aérea Mexicana participan en esta operación, apoyados por helicópteros, drones, vehículos blindados y unidades especializadas en detección de explosivos. El general Ricardo Trevilla Trejo, titular de la Sedena, explicó que el despliegue busca “encapsular” a los grupos criminales dentro del territorio michoacano, evitando su desplazamiento hacia estados vecinos como Jalisco, Colima o Guerrero.
El plan también contempla mandos especiales y filtros carreteros con tecnología de rastreo y binomios caninos, así como células de inteligencia y contraexplosivos en las zonas más conflictivas. En total, mil 980 elementos se sumaron en los últimos días al dispositivo, que ya opera en regiones críticas como Uruapan, Apatzingán y Tierra Caliente.

Una estrategia de contención del crimen y reconstrucción social
El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, encabezaron junto a Trevilla la reunión inicial del operativo en la XXI Zona Militar de Morelia, donde también participaron autoridades locales y mandos de la Fiscalía General del Estado. El gobernador michoacano destacó que el objetivo es enfrentar de manera directa a más de una docena de grupos delictivos, entre ellos el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Viagras, Los Caballeros Templarios, Los Blancos de Troya, Pueblos Unidos y La Familia Michoacana.
El operativo se da tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre, crimen que aceleró la decisión federal de reforzar la seguridad. En este contexto, Sheinbaum reiteró que el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia no solo busca la contención del crimen, sino también la reconstrucción social mediante inversiones en educación, infraestructura, desarrollo económico y atención a jóvenes y mujeres.
La Operación Paricutín, llamada así en honor al volcán símbolo del estado, pretende ser una estrategia sostenida que combine fuerza militar, inteligencia y políticas sociales para devolver la tranquilidad a una de las entidades más golpeadas por la violencia.
Fotografías: Redes












