Tras dos días de discusiones tensas entre ambas cámaras, el Congreso de la Unión aprobó la nueva Ley General de Aguas y reformas a la Ley de Aguas Nacionales, con las cuales la Comisión Nacional del Agua (Conagua) asumirá el control total en la transmisión y reasignación de concesiones, incluidas las heredadas. El dictamen fue enviado de inmediato al Ejecutivo federal para su publicación.
La reforma establece que los derechos contenidos en concesiones y asignaciones ya no podrán ser transmitidos directamente entre particulares. En cambio, cualquier cambio de propiedad, fusión, escisión o sucesión deberá pasar por un proceso de reasignación oficial, que la Autoridad del Agua deberá resolver en un máximo de 20 días hábiles, de acuerdo con el nuevo artículo 37 Bis 1.
El objetivo, según legisladores del oficialismo, es “acabar con el mercado de agua entre particulares”, una práctica que —afirmaron— ha permitido acaparamiento, sobreexplotación y la proliferación de mercados ilegales que favorecen a unos cuantos.
El Senado aprobó la reforma en lo general y en lo particular en una sesión de más de siete horas marcada por acusaciones cruzadas sobre presuntos políticos beneficiarios de concesiones de agua. La discusión fue directa en el pleno y evitó el paso por comisiones, lo que generó críticas de la oposición.
Morena responsabilizó a gobiernos pasados del PRI y PAN de “dilapidar el agua potable”. En respuesta, PAN, PRI y Movimiento Ciudadano advirtieron que la reforma podría convertirse en un instrumento de control político sobre agricultores y ganaderos, sectores que dependen de permisos y concesiones para operar.
Un día antes, la Cámara de Diputados aprobó la nueva Ley General de Aguas tras una sesión maratónica de 24 horas. El dictamen define los criterios para la explotación, uso, distribución y preservación de los recursos hídricos del país bajo un esquema de sustentabilidad y control más estricto.
Conagua: “El agua dejará de verse como mercancía”
El titular de Conagua, Efraín Morales López, defendió la reforma y aseguró que el cambio normativo permitirá que el agua “deje de verse como una mercancía”. Sostuvo que por años se han permitido abusos que favorecieron a grupos reducidos “a costa del derecho de las mayorías”.
Morales afirmó que el nuevo marco jurídico fortalecerá el carácter público del recurso hídrico, además de garantizar una distribución más equitativa, especialmente para comunidades y sectores productivos históricamente marginados.
Lo aprobado:
- Prohibición de la transmisión directa de concesiones de agua.
- Conagua supervisará y resolverá en máximo 20 días hábiles las reasignaciones por herencia, venta de propiedad, fusiones o escisiones de empresas.
- Se expide la nueva Ley General de Aguas y se reforman diversos artículos de la Ley de Aguas Nacionales.
- El dictamen pasa al Ejecutivo federal para su publicación.
Con la aprobación legislativa, México se encamina hacia un nuevo modelo de gestión hídrica que promete mayor transparencia y control estatal, aunque la discusión política anticipa que su implementación no estará exenta de controversias.
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