El Senado de la República aprobó la prohibición de los vapeadores y cigarrillos electrónicos con 76 votos a favor y 37 en contra, impulsada por la mayoría de Morena y sus aliados. La reforma modifica la Ley General de Salud y abre un nuevo capítulo en la regulación de estos dispositivos, cuyo consumo se ha extendido entre jóvenes.
Durante la discusión, el bloque oficialista defendió la medida al asegurar que busca reducir daños a la salud, especialmente entre menores de edad, quienes tienen acceso sencillo a estos productos. Legisladores argumentaron que la prohibición responde a una preocupación creciente por los efectos de la nicotina y otras sustancias inhaladas.
La oposición, en contraste, advirtió que la reforma podría criminalizar a consumidores y empujar la compra de vapeadores hacia el mercado negro, donde no existen controles sanitarios ni mecanismos de protección.
¿Qué establece la reforma?
La modificación legal plantea una prohibición absoluta de las actividades comerciales relacionadas con cigarrillos electrónicos, vapeadores y dispositivos análogos. El objetivo central, según el dictamen, es proteger la salud pública y evitar que niñas, niños y jóvenes sean captados por la industria de la nicotina.
Entre los puntos principales destacan:
- Prohibición comercial total: Queda vetada la venta, distribución, importación y cualquier actividad con fines de comercio o lucro en todo el país.
- Definición ampliada: La ley incorpora cualquier aparato —mecánico, electrónico o de otra tecnología— que caliente, vaporice o atomice sustancias tóxicas como líquidos, geles, sales, ceras, aerosoles secos, resinas o aceites, con o sin nicotina.
- Sanciones al lucro: Se contemplan penas de uno a ocho años de prisión y multas de hasta dos mil UMA (aprox. 226 mil pesos) para quienes incumplan la prohibición con fines comerciales.
- Uso personal permitido: La reforma no sanciona la posesión ni el consumo personal, siempre que no exista intención de comercializar los dispositivos.
De acuerdo con el dictamen, estas medidas buscan cerrar vacíos legales que han permitido la expansión del mercado de vapeadores y frenar la entrada de jóvenes a la adicción a la nicotina.
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