La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, llamó a una reflexión histórica y democrática luego del triunfo electoral del ultraderechista José Antonio Kast en Chile, al considerar preocupante que un gobernante electo reivindique la figura del dictador Augusto Pinochet, responsable de un régimen marcado por la represión, el asesinato y la desaparición de opositores.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria subrayó que, si bien la llegada de Kast a la presidencia chilena se dio por la vía democrática y por decisión del pueblo, “no se puede reivindicar a regímenes autoritarios que se caracterizan por el exterminio de quien piensa distinto”. Señaló que este tipo de posturas obligan a una reflexión profunda sobre el autoritarismo en América Latina.
Sheinbaum recordó que el 11 de septiembre de 1973 Chile vivió un golpe de Estado contra el presidente socialista Salvador Allende, electo democráticamente, hecho que dio paso a una dictadura militar encabezada por Pinochet durante 17 años. Afirmó que ese periodo estuvo marcado por una represión brutal contra integrantes del gobierno derrocado y amplios sectores de la movilización popular.
La presidenta contextualizó estos hechos dentro de la historia del Cono Sur en la década de los setenta, una etapa —dijo— caracterizada por golpes de Estado y un fuerte intervencionismo de Estados Unidos. Mencionó también episodios previos al golpe, como la nacionalización del cobre impulsada por Allende y los conflictos con la oligarquía chilena, que derivaron en la ruptura institucional.
“No es un simple péndulo político; fue un régimen absolutamente autoritario y dictatorial”, enfatizó Sheinbaum, al advertir que no se deben normalizar ni justificar gobiernos que violaron de manera sistemática los derechos humanos.
Pese a sus críticas, la mandataria expresó su confianza en que el próximo gobierno chileno se conduzca de manera democrática y en beneficio de su población. Asimismo, recordó la tradición solidaria de la política exterior mexicana durante las dictaduras del Cono Sur, cuando el país recibió a miles de exiliados chilenos, argentinos y uruguayos que contribuyeron al desarrollo académico y cultural de México.
Finalmente, la presidenta hizo un llamado a que las nuevas generaciones conozcan la historia de los golpes de Estado y las dictaduras en América Latina, con el fin de evitar que se repitan prácticas autoritarias que marcaron de manera trágica a la región.
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