La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó este jueves las declaraciones de la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, quien aseguró que la extradición de Rafael Caro Quintero fue resultado de una orden directa del presidente Donald Trump.
En su conferencia matutina, la mandataria mexicana aclaró que la entrega del llamado “Narco de narcos” —así como la de otros 25 líderes del crimen organizado— fue una determinación tomada en México y aprobada por el Consejo de Seguridad Nacional. Subrayó Sheinbaum:
“Fue una decisión de Seguridad Nacional, el envío de este importante número de personas de la delincuencia organizada. Sí había petición de ellos [Estados Unidos], pero la decisión se tomó aquí en el Consejo de Seguridad”.
La aclaración ocurre luego de que Bondi publicara en su cuenta de X que, en febrero pasado, el gobierno estadounidense recibió la custodia de Caro Quintero “por orden del presidente Trump”, para ser juzgado por el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
Sheinbaum insistió en que la decisión se tomó con base en la Ley de Seguridad Nacional y respondió que existen otras solicitudes de extradición en curso, que serán evaluadas bajo el mismo criterio.
Rafael Caro Quintero, exlíder del Cártel de Guadalajara, fue entregado a las autoridades estadounidenses el 27 de febrero de 2025. Enfrenta acusaciones por homicidio, tráfico de drogas, posesión de armas y por dirigir una organización criminal.
La declaración de la presidenta busca desmarcar a su gobierno de cualquier injerencia extranjera en una de las extradiciones más emblemáticas de los últimos años, y al mismo tiempo refuerza la narrativa de que el actual gobierno mantiene el control soberano de las decisiones en materia de seguridad.
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