La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo este viernes su primera reunión trilateral con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, encuentro en el que destacaron la cooperación regional y la oportunidad que representa la Copa Mundial de Futbol 2026 para los tres países.
El encuentro se llevó a cabo en el Kennedy Center, tras la ceremonia del sorteo de la FIFA, y marcó el primer cara a cara entre Sheinbaum y Trump, luego de meses de conversaciones telefónicas en torno a temas comerciales y arancelarios. Carney, quien originalmente sostendría una reunión privada con la mandataria mexicana, se sumó al diálogo trilateral.
A través de su cuenta de X, Sheinbaum calificó la reunión como “excelente” y subrayó que los tres gobiernos coincidieron en fortalecer la coordinación regional.
La reunión ocurre en un momento clave para la región, en medio de la política comercial proteccionista impulsada por Trump desde su regreso a la Casa Blanca. Tanto México como Canadá —socios de Estados Unidos en el T-MEC— enfrentan presiones para renegociar condiciones favorables dentro del acuerdo.
En el caso de Canadá, el encuentro significó retomar un diálogo diplomático que se había tensado desde octubre, tras una campaña televisiva en ese país que criticaba el aumento de aranceles estadounidenses y que generó molestia en Washington. Canadá continúa siendo un actor central en la cadena productiva estadounidense, especialmente en los sectores de acero, aluminio y automotriz.
Para México, la reunión llega en un contexto económico complejo. Con más del 80% de sus exportaciones dirigidas al mercado estadounidense, la administración mexicana busca certidumbre frente a los ajustes comerciales y arancelarios que el gobierno de Trump ha planteado en los últimos meses.
Pese a las tensiones comerciales, Sheinbaum enfatizó que la relación trilateral se mantiene sólida y orientada al diálogo. La mandataria destacó que la organización conjunta del Mundial 2026 abre oportunidades económicas y de infraestructura que requieren coordinación entre las tres naciones.
La reunión trilateral representó el primer acercamiento de alto nivel entre los líderes norteamericanos en esta nueva etapa política y dejó abierta la puerta a futuras mesas de trabajo entre sus equipos comerciales.
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