Catorce agentes de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) fueron suspendidos en Baja California tras ser señalados por su posible implicación en el robo de 180 kilos de cocaína. El hecho ocurrió el pasado 4 de octubre en la colonia Ojo de Agua, en Tijuana.
La medida fue confirmada por Laureano Carrillo Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, quien explicó que la suspensión es de carácter preventivo mientras se determina la responsabilidad individual de cada elemento. La decisión se tomó con base en evidencias preliminares recabadas por la propia corporación.
Aunque hasta ahora solo se ha identificado a personal civil, no se descarta la participación de elementos militares. Carrillo Rodríguez señaló que en el operativo se utilizó un vehículo Kia, presuntamente gris, aunque las imágenes disponibles apuntan a que era blanco.
La investigación interna ha desatado una crisis dentro de la FESC. Directivos y agentes de las áreas de seguridad e inteligencia se acusan mutuamente de haber participado en el robo, lo que ha profundizado la desconfianza al interior de la corporación.
Además, ya se presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR). Sin embargo, esta no se centra directamente en el robo de la droga, sino en el uso indebido de vehículos y equipo oficial para fines no autorizados.
La droga habría sido sustraída en complicidad con una célula del cártel Arellano Félix, vinculada a Crescencio Beltrán Murillo, alias “el Chencho”; César Quintero Beltrán, “el Lico”; y Bryan Corona, conocido como “el Apache”, operador del grupo criminal.
Inicialmente, la FESC negó la existencia del robo. No obstante, la presión pública y mediática obligó a la corporación a reconocer el hecho, lo que ha generado un fuerte cuestionamiento sobre la integridad de sus mandos y operativos.
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Fotografía: Omar Martínez