En la Sierra Negra de Puebla, se ha incrementado la presencia del gusano barrenador en el ganado, especialmente en los municipios de San Sebastián Tlacotepec, Vicente Guerrero y Tlacotepec de Porfirio Díaz. Esta plaga representa una preocupación creciente para el sector agrario local.
Autoridades y productores indican que la infestación predomina en zonas cercanas a Veracruz, donde ya se han tomado medidas por los daños en comunidades rurales. En Tlacotepec de Porfirio Díaz, las condiciones climáticas han acelerado la propagación del parásito, causando graves afectaciones en pocas semanas.
Para controlar la plaga, brigadas realizan inspecciones constantes y recomiendan a los ganaderos vigilar a sus animales para detectar larvas a tiempo. Hasta ahora, se han confirmado nueve casos en la región, con un reciente foco en Tlacotepec de Porfirio Díaz que sumó cuatro animales afectados. Además, un reporte oficial añade cinco casos más en municipios cercanos.
El gusano barrenador se desarrolla cuando la mosca adulta deposita huevos en heridas abiertas de los animales, y las larvas causan lesiones profundas, dolor e infecciones. Los animales afectados presentan pérdida de peso, fiebre y daños severos en órganos, lo que puede causar la muerte si no se atienden a tiempo.
Además del daño sanitario, la plaga implica un impacto económico para los ganaderos debido a los costos en tratamientos y reemplazo de animales.
En México, entre noviembre de 2024 y septiembre de 2025, se registraron más de 6,700 casos de infestación, principalmente en bovinos, lo que evidencia la necesidad de reforzar la vigilancia epidemiológica.
Puebla, con gran importancia ganadera, trabaja en aislar y tratar a los animales enfermos, aunque la movilidad del ganado complica frenar la expansión. Se recomienda evitar el traslado de animales con síntomas para prevenir contagios.
Hasta el momento no se han impuesto restricciones oficiales, pero el monitoreo continúa con apoyo federal para contener la plaga.
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