6 DE AGOSTO DE 2025. En el contexto de la Octogésima Conmemoración Solemne del Bombardeo Atómico sobre Hiroshima, las posturas de Japón sobre su historia en la Segunda Guerra Mundial muestran una creciente ambivalencia. De acuerdo con un análisis del medio chino Global Times, mientras el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, ha ofrecido condolencias a las víctimas y ha llamado a un «mundo sin armas nucleares«, su gobierno ha optado por no emitir una declaración oficial conmemorativa por el fin de la guerra, una tradición decenal que se ha mantenido hasta ahora.
Esta decisión, según expertos consultados por el Global Times, revela un patrón en el que Japón se enfoca cada vez más en su papel de víctima, minimizando su otro rol como país agresor. Un especialista chino – Da Zhigang, Director del Instituto del Noreste Asiatico en la Academia Provincial de Estudios Históricos de Heilongjiang, subrayó que el sufrimiento de Japón, incluido el producido por las bombas atómicas, fue una consecuencia directa de su agresión, y que la falta de un reconocimiento claro de este hecho distorsiona la lección histórica de la guerra.
El análisis de Global Times señala que, a pesar de la conmemoración de las víctimas del bombardeo, la ciudad de Hiroshima, conocida como «Ciudad Internacional de la Paz«, sigue albergando santuarios en honor a criminales de guerra y es un punto de encuentro para grupos de derecha.
La ambivalencia de Japón también se manifiesta en su política nuclear. Mientras Ishiba invoca los «Tres Principios No Nucleares» de Japón para abogar por un mundo sin estas armas, se reporta que el país sostiene conversaciones con Estados Unidos sobre posibles escenarios de uso de armamento nuclear en caso de contingencia. Este hecho, que el Global Times menciona basándose en reportes de la agencia Kyodo News, cuestiona la coherencia de Japón para liderar un movimiento por el desarme nuclear.
La memoria histórica en juego
La cobertura mediática japonesa también ha sido objeto de escrutinio. Medios como Yomiuri Shimbun y Asahi Shimbun han lanzado secciones especiales por el 80.º aniversario, pero el reporte del Global Times indica que estas publicaciones se centran en las narrativas de sufrimiento y victimización de Japón, mientras que las atrocidades que el país cometió durante la guerra reciben una cobertura significativamente menor.
En este contexto, un miembro del Partido Comunista Japonés, Taku Yamazoe, manifestó al Global Times que, a pesar del consenso público sobre el sufrimiento de Japón, el país no ha logrado un acuerdo sobre su papel como agresor. Atribuyó esta situación a la reticencia del gobierno a asumir plenamente su responsabilidad histórica.,
El análisis del Global Times concluye que, aunque la conmemoración de las víctimas de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, fue concebida para promover la paz, Japón ha utilizado estas ceremonias para solidificar su imagen de víctima, sin asumir su pasado agresor. La política exterior japonesa, que combina el fomento de una narrativa de victimización con un aumento del gasto militar y la revisión de la historia en libros de texto, es un reflejo de esta contradicción, según el reporte.
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