BRUSELAS, 16 DE JULIO DE 2025. – La Comisión Europea ha desvelado hoy su ambiciosa propuesta para un nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) que asciende a casi 2 trillones de euros (EUR 2, 000, 000, 000, 000), equivalente al 1.26% del ingreso nacional bruto de la UE en promedio, entre 2028 y 2034. Este presupuesto a largo plazo busca dotar a Europa de las herramientas necesarias para afrontar los desafíos geopolíticos y económicos de la próxima década, consolidándose como una sociedad y economía independiente, próspera y segura.
Ante un panorama de crecientes retos en seguridad, defensa, competitividad, migración, energía y resiliencia climática, la Comisión propone un rediseño fundamental del presupuesto de la UE.
Según explicó en conferencia ante medios la presidenta de la Comisión Europea Úrsula von der Leyen, el objetivo es lograr una mayor simplificación, flexibilidad e impacto, mejorando significativamente la capacidad de la Unión para cumplir con sus políticas centrales y abordar prioridades emergentes. Este presupuesto continuará respaldando a ciudadanos, empresas, Estados miembros, regiones y socios, con la visión de un futuro colectivo más sólido.
La presidenta Ursula von der Leyen afirmó que este nuevo presupuesto «ayudará a proteger a los ciudadanos europeos, fortalecerá el modelo social de Europa y hará prosperar nuestra industria«. En un momento de inestabilidad geopolítica, permitirá a Europa «forjar su propio destino, en línea con su visión e ideales».
Entre las características clave del nuevo MFP se destacan una mayor flexibilidad para una acción rápida ante cambios inesperados, programas financieros más simples y armonizados para facilitar el acceso a la financiación, y un presupuesto adaptado a las necesidades locales a través de Planes de Asociación Nacionales y Regionales. Además, se busca un impulso significativo a la competitividad para asegurar cadenas de suministro y liderar la carrera tecnológica.
El presupuesto invertirá en personas, Estados miembros y regiones, con la política de cohesión y la agrícola como pilares. Se destinará un mínimo obligatorio de financiación a las regiones menos desarrolladas. El apoyo a agricultores y pescadores se mantendrá, incluyendo medidas ambientales e inversiones en jóvenes agricultores. Se promoverá el empleo de calidad, las habilidades y la inclusión social, destinando el 14% de las asignaciones nacionales a reformas e inversiones en estas áreas. El respeto al Estado de Derecho seguirá siendo una condición inquebrantable.
Para impulsar la prosperidad, se creará un nuevo Fondo Europeo de Competitividad, dotado con 409 mil millones de euros, que invertirá en tecnologías estratégicas como la transición limpia y digital, salud, biotecnología, agricultura, bioeconomía, defensa y espacio. Este se complementará con el programa de investigación Horizonte Europa, valorado en 175 mil millones de euros.
Defensa y Fondo Europeo de Competitividad quintuplican la financiación anterior
En materia de protección y resiliencia, el MFP fortalecerá la Unión de Preparación y creará un nuevo mecanismo de crisis con capacidad de hasta 400 mil millones de euros en préstamos para Estados miembros. Para la defensa, se asignarán 131 mil millones de euros a la ventana de defensa y espacio del Fondo Europeo de Competitividad, quintuplicando la financiación anterior. La gestión de la migración recibirá 34 mil millones de euros, triplicando el presupuesto previo para reforzar las fronteras externas y la seguridad interna.
A nivel global, el instrumento Europa Global, con 200 mil millones de euros, maximizará el impacto de la acción exterior de la UE. Se podrán movilizar 100 mil millones de euros para Ucrania entre 2028 y 2034, y 3.4 mil millones de euros para la Política Exterior y de Seguridad Común.
Para financiar estas ambiciones, la Comisión propone cinco nuevas fuentes de ingresos propios, que generarán aproximadamente 58.5 mil millones de euros anuales. Estas incluyen ajustes a los ingresos del Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) y del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM), un recurso basado en residuos electrónicos no recolectados, un impuesto especial al tabaco y un Recurso Corporativo para Europa (CORE) de empresas con facturación superior a 100 millones de euros.
La propuesta será ahora debatida por los Estados miembros en el Consejo y requerirá la unanimidad para su adopción, así como el consentimiento del Parlamento Europeo.
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