En el marco del 17º Encuentro Nacional del Partido de los Trabajadores (PT), realizado en Brasilia, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, trazó un panorama político y económico marcado por desafíos internacionales, tensiones con Estados Unidos y su posible candidatura presidencial en 2026. El mandatario aseguró que solo se postulará si goza de buena salud, pero reafirmó su compromiso con el rumbo político actual.
Durante su intervención, Lula criticó con dureza a miembros de la oposición que, según señaló, han apoyado medidas extranjeras perjudiciales para el país. Dirigió sus palabras especialmente contra Eduardo Bolsonaro, a quien acusó de respaldar sanciones impuestas por Estados Unidos, lo que calificó como un acto contrario a los intereses de Brasil. El presidente consideró que este tipo de posturas reflejan una alineación ideológica con la extrema derecha internacional, en lugar de un compromiso con la soberanía nacional.
Las declaraciones surgieron tras la imposición de un aumento arancelario del 50% por parte de la Administración Trump a las exportaciones brasileñas, decisión que ha tensado las relaciones bilaterales. Aunque el Gobierno de Lula evita una confrontación directa, ha optado por reforzar lazos comerciales con potencias como China e India y por mantener canales diplomáticos abiertos con Washington para buscar la revocación de la medida.
Durante el evento, que también marcó el inicio del mandato de Edinho Silva como nuevo presidente del PT, Lula enfatizó que Brasil no depende exclusivamente de Estados Unidos y que busca actuar con soberanía. A su vez, mencionó que el país cuenta con recursos y dimensiones suficientes para resistir presiones económicas extranjeras y destacó la necesidad de crear una moneda alternativa al dólar dentro del bloque BRICS, como vía para fortalecer el comercio multilateral.
El presidente se mostró crítico con el uso de medidas económicas como herramientas de presión política, insinuando que los aranceles podrían tener relación con recientes avances judiciales contra Jair Bolsonaro. Además, denunció lo que considera un intento de castigar al país por sus decisiones internas.
En el plano interno, Lula aseguró que su administración está empezando a ver frutos concretos, aunque reconoció que aún falta que los resultados lleguen directamente a la población. Reivindicó acciones como el reciente programa de urbanización de favelas, que destinará más de 840 millones de dólares para mejorar la calidad de vida de miles de personas en situación de vulnerabilidad.
También llamó al PT a mantenerse unido y estratégico, recalcando que los adversarios políticos están del otro lado. Insistió en que la política debe volver a ser el centro del debate público, y advirtió contra la creencia de que las redes sociales resolverán los problemas estructurales del país.
Finalmente, el encuentro concluyó con la aprobación de un conjunto de tesis que orientarán la acción del PT en los próximos años. Estas incluyen la defensa del medio ambiente, el rechazo al genocidio en Palestina, la reducción de la jornada laboral, el combate a la extrema derecha, una reforma tributaria progresiva y exenciones fiscales para los salarios bajos.
Foto: Redes