El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció detalles sobre una reciente conversación con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, en la que abordaron temas clave del intercambio bilateral. Según explicó, el diálogo fue productivo y permitió establecer un plazo de 90 días para avanzar en un nuevo acuerdo comercial, aunque dejó claro que las medidas arancelarias se mantendrán activas mientras tanto.
Trump detalló que México continuará enfrentando altos aranceles del 25 % al fentanilo y a los automóviles, así como un gravamen del 50 % al acero, aluminio y cobre. Estas medidas forman parte de una política más amplia para presionar a su principal socio comercial a realizar ajustes en sus prácticas comerciales y de seguridad.
De acuerdo con el mandatario, el gobierno mexicano se comprometió a eliminar barreras no arancelarias que afectan las exportaciones estadounidenses, lo cual, desde su perspectiva, representa un paso necesario para normalizar la relación económica entre ambos países.
Aunque reconoció que pactar con México tiene sus retos, Trump destacó que la frontera común ofrece tanto ventajas logísticas como problemas estructurales, especialmente en temas de seguridad, drogas e inmigración. Por ello, enfatizó que continuará la cooperación binacional en esos ámbitos, incluyendo acciones conjuntas para frenar el flujo de sustancias ilegales y la migración no autorizada hacia territorio estadounidense.
Trump también resaltó que su administración ha sido firme con México, recordando que además de los gravámenes ya vigentes, recientemente se impuso un nuevo arancel del 17 % al jitomate mexicano, lo cual ha generado reacciones en distintos sectores económicos.


A pesar del tono de presión económica, el presidente estadounidense aseguró que está dispuesto a mantener un canal abierto de diálogo con el gobierno de Sheinbaum, siempre y cuando se den pasos concretos para equilibrar la balanza comercial y fortalecer la seguridad compartida.
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