Durante la promoción de su nuevo libro “No me pudiste matar”, el periodista Ciro Gómez Leyva revivió su animadversión hacia Andrés Manuel López Obrador, a quien responsabilizó indirectamente del atentado que sufrió en diciembre de 2022. En lugar de centrarse en los hechos concretos del ataque, el comunicador desvió la atención hacia el discurso del expresidente, al que acusó de haber “alimentado” un ambiente hostil en su contra.
El comentario fue hecho en entrevista con Denise Maerker, quien notó una evidente disparidad en el trato del periodista hacia su agresor —a quien perdona— y hacia AMLO, con quien mantiene un tono acusatorio. Lejos de matizar su respuesta, Gómez Leyva reforzó la idea de que el exmandatario encabezó una campaña de desprestigio contra su persona, aunque sin ofrecer pruebas concretas, más allá de la narrativa ya conocida de los medios conservadores.
“Con ‘el Bart’ yo me despido de él con el libro y digo: A ti que crees en Dios, que Dios te bendiga. Con López Obrador digo: que Dios te bendiga… y que se vaya al diablo”.
Ciro Gómez Leyva, figura destacada del periodismo opositor durante el sexenio de López Obrador, ha sido recurrente en sus críticas, especialmente cuando se trata de deslegitimar los avances sociales o económicos impulsados desde el gobierno progresista. En este nuevo episodio, aprovecha el dolor legítimo de un atentado para reciclar un discurso político alineado con los intereses de la derecha.
A pesar de que las autoridades identificaron y detuvieron al presunto autor material del ataque —un sujeto que disparó al menos nueve veces contra la camioneta del periodista—, Gómez Leyva decidió cerrar el capítulo con su atacante con una frase conciliadora, apelando incluso a la fe del sicario. En contraste, su despedida a AMLO fue visiblemente cargada de rencor.
La postura generó reacciones inmediatas. El senador Gerardo Fernández Noroña, conocido por su cercanía al movimiento de la Cuarta Transformación, acusó al periodista de actuar por motivaciones personales y económicas, y señaló que su resentimiento hacia López Obrador carece de justificación real. Desde su perspectiva, el papel que ha asumido Gómez Leyva como crítico permanente de la transformación del país es más una postura ideológica que una reflexión objetiva.
Este episodio revela una constante en algunos sectores del periodismo nacional: utilizar los espacios mediáticos no como foros de análisis, sino como trincheras de oposición política. El caso de Ciro Gómez Leyva, en plena presentación de un libro personal, confirma que el conservadurismo mediático sigue buscando plataformas para atacar al obradorismo, incluso en temas tan delicados como la violencia.
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