Desde la región de la Costa Chica, en la frontera entre Guerrero y Oaxaca, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la entrega de créditos a mujeres indígenas del pueblo amuzgo, con el propósito de fortalecer su bienestar económico y preservar su riqueza cultural a través del programa “Apoyarte”.
Durante un acto público, la mandataria federal subrayó que esta iniciativa busca dignificar el trabajo de las artesanas, permitiéndoles conservar técnicas ancestrales como la elaboración del huipil, al tiempo que obtienen ingresos justos y sostenibles. Cada beneficiaria recibe un crédito de 30 mil pesos, gestionado por la Financiera para el Bienestar (Finabien), sin intereses y con facilidades de pago.
Sheinbaum explicó que el programa parte de la confianza en las mujeres indígenas, al prescindir de intermediarios y trámites complicados. Para ella, la palabra de una mujer artesana tiene más valor que cualquier contrato legal, por lo que los apoyos se otorgan directamente, apostando por su compromiso y arraigo comunitario.
La presidenta compartió una anécdota personal: recordó haber visitado Xochistlahuaca a los ocho años, llevada por su madre, la científica Annie Pardo, quien le inculcó desde pequeña el aprecio por el trabajo textil indígena. Esta conexión emocional, dijo, refuerza su compromiso con los pueblos originarios y con las mujeres que han tejido no sólo prendas, sino también identidad y resistencia.
Además, Sheinbaum enfatizó que los huipiles amuzgos son piezas únicas que conservan siglos de historia y sabiduría transmitida de generación en generación, reflejando la memoria, creatividad y lucha de sus creadoras. En su visión, las mujeres indígenas pasaron de ser invisibilizadas a convertirse en símbolo de reconocimiento nacional.
Por su parte, María del Rocío Mejía, titular de Finabien, detalló que hasta el momento se han recibido más de 11 mil solicitudes de crédito, y más de 6 mil ya fueron atendidas en municipios como Xochistlahuaca, Ometepec y San Pedro Amuzgos. Aseguró que la meta para 2025 es alcanzar los 500 millones de pesos en apoyos, y reiteró que ninguna artesana de la región quedará fuera del programa.
En representación de las beneficiarias, Amancia Merino, artesana local, expresó que los conocimientos textiles son mucho más que un oficio: son saberes heredados de madres y abuelas que encapsulan idioma, historia y conexión con la tierra. Con el crédito, dijo, las mujeres podrán mantener viva su tradición, acceder a mejores ingresos y continuar sosteniendo a sus familias con dignidad.
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