El nadador poblano Abraham Jauli ha superado ya más de 14 horas de nado ininterrumpido en el Canal de la Mancha y se encuentra muy cerca de tocar tierras francesas, luego de adentrarse en el trayecto desde las costas británicas. La hazaña, más allá del reto físico, representa un tributo profundo a su padre, Salomón Jauli, quien en vida también cruzó estas aguas gélidas.
Desde el pasado 29 de julio, a las 8:00 p.m. (hora de Puebla), Abraham se sumergió en el Atlántico acompañado por el barco “Rowena”, el cual ha servido como guía y apoyo logístico a lo largo del trayecto. Las temperaturas del agua, que oscilan entre los 10 y 15 grados Celsius, no han sido impedimento para que el deportista mantenga un ritmo constante y determinado.
Según su equipo de apoyo, Jauli ha seguido la tradición que caracteriza a este tipo de cruzamientos: realizar la travesía sin traje de neopreno, lo que implica un mayor desgaste y resistencia al frío extremo. Este elemento distingue a los nadadores que buscan no solo completar la distancia, sino hacerlo en condiciones que exigen un alto nivel de preparación mental y física.
La motivación de Abraham está marcada por una promesa personal. Antes de fallecer en 2010, su padre, quien fuera director del Instituto Poblano del Deporte (INPODE), le compartió el significado que tuvo para él cruzar el Canal. En respuesta, Abraham se comprometió a repetir la hazaña algún día. Hoy, esa promesa está a punto de cumplirse.
Durante los últimos dos años, Jauli se ha entrenado intensamente para este objetivo. Su esfuerzo y constancia han sido claves para enfrentar un desafío que combina largas horas de nado, condiciones climáticas adversas y un exigente control mental. La expectativa ahora se centra en su llegada a tierra francesa, lo cual podría ocurrir en las próximas horas si las condiciones lo permiten.
Quienes deseen seguir su progreso pueden hacerlo a través de la trayectoria del barco “Rowena”, que se encuentra disponible en el portal de la Channel Swimming Association.
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