A casi un mes de su captura, el gobierno federal confirmó que Nazario Ramírez, empresario originario de Oriental, Puebla, operaba como integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La información fue presentada por Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, durante la conferencia presidencial de este martes 11 de noviembre.
El funcionario explicó que la detención del empresario, ocurrida el pasado 15 de octubre en Guadalajara, Jalisco, fue resultado de un operativo conjunto entre fuerzas federales. En el mismo despliegue fueron aseguradas armas cortas, cartuchos, metanfetaminas y vehículos, uno de ellos blindado, además de detener a dos cómplices identificados como Juan Martín y Jorge Octavio, también vinculados al CJNG.
De acuerdo con la información presentada, Nazario mantenía operaciones delictivas en Tlajomulco, Jalisco, y en Oriental, Puebla, municipios donde presuntamente dirigía redes de extorsión y distribución de drogas. En la región poblana, se hacía pasar como empresario benefactor y dirigente transportista afiliado a la CTM, lo que le permitió acercarse a figuras políticas y funcionarios locales.
Entre sus vínculos más visibles se encuentran el presidente municipal de Oriental, Fidel Flores Concha, quien en actos públicos lo reconoció como colaborador cercano, y Anallely López Hernández, entonces delegada regional de la Secretaría del Bienestar en Libres, quien renunció al cargo tras revelarse su relación personal con el detenido. La exfuncionaria se vio envuelta en un escándalo después de que se difundieran regalos y beneficios que habría recibido de Nazario, entre ellos una camioneta de lujo.
La inclusión del caso en la conferencia presidencial evidencia la relevancia del personaje dentro de las estructuras criminales que operan entre Jalisco y Puebla, así como las conexiones políticas y sociales que utilizaba para expandir sus operaciones. Harfuch señaló que el arresto forma parte de las 478 detenciones por extorsión registradas en el país durante el último año, destacando este caso por la infiltración del crimen organizado en sectores empresariales y sindicales.
La captura de Nazario Ramírez no solo representa un golpe a las redes del CJNG, sino que revela la profundidad de la relación entre la delincuencia organizada y algunos actores políticos en Puebla, donde el empresario mantuvo una fachada de liderazgo gremial y filantropía mientras expandía sus negocios ilícitos.
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