La secretaria general del PRI y actual diputada local, Delfina Pozos, afirmó que su partido es la única fuerza política que realmente se opone a los gobiernos de Morena, tanto en Puebla como a nivel federal. De acuerdo con su análisis, otros partidos como el PAN han adoptado una actitud pasiva, mientras que Movimiento Ciudadano actúa de forma alineada al oficialismo, respaldando sus decisiones en el Congreso local.
La diputada también cuestionó a los partidos que, en su opinión, no ejercen una oposición efectiva ni cuestionan las decisiones del gobierno. Criticó especialmente a Movimiento Ciudadano, partido al que acusó de colaborar indirectamente con Morena. Como ejemplo, mencionó el comportamiento de su compañera legisladora Fedrha Suriano, quien recientemente se pronunció en contra de derogar la Ley de Ciberacoso bajo el argumento de que no era viable hacerlo en este periodo legislativo.
No obstante, Delfina Pozos rechazó ese argumento y aseguró que legalmente sí es posible eliminar dicha disposición, al tratarse únicamente de un artículo en el Código Penal. Para ella, este tipo de posturas reflejan una falta de independencia crítica en el actuar de MC, lo cual debilita su papel como fuerza opositora.
Finalmente, la dirigente priista afirmó que, ante este panorama, la ciudadanía ha comenzado a mirar nuevamente al PRI como una opción viable, al considerar que es el único partido que asume una postura firme, crítica y activa frente a las deficiencias del gobierno actual.
Recordemos que la alianza entre PRI y PAN fue incapaz de capitalizar el descontento social y terminó arrastrando al electorado a la apatía o al voto por otras opciones. La derrota fue por falta de propuestas, liderazgo y conexión con la ciudadanía.
Ambos partidos se desgastan hoy en disputas públicas, olvidando que su alianza fue aprobada estratégicamente para frenar el avance de Morena. En cambio, el resultado fue el opuesto: una victoria amplia de Morena y una oposición fracturada, deslegitimada y sin rumbo.
A la vista de los poblanos, lo que queda claro es que la supuesta alianza opositora sólo funcionó en papel, pero fracasó en el terreno electoral y político. Los ataques entre PRI y PAN no son más que el reflejo de un proyecto sin visión compartida, en el que cada partido busca salvar su imagen sin asumir la responsabilidad del fracaso.
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