Un importante golpe al crimen organizado se dio en el municipio de Acajete, Puebla, donde autoridades federales y estatales desmantelaron un laboratorio clandestino dedicado a la producción de metanfetaminas, ubicado en una zona de difícil acceso dentro de la comunidad de San Antonio Tlacamilco.
El operativo, llevado a cabo el sábado 21 de junio, fue encabezado por elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la policía estatal. La intervención tuvo lugar entre terrenos de cultivo y brechas que conducen hacia el Camino Real, en una región prácticamente despoblada, donde operaban los presuntos criminales.
Durante el despliegue, las fuerzas de seguridad aseguraron una gran cantidad de insumos químicos: 2 mil 820 litros de diversas sustancias, 2 mil 50 kilos de sosa cáustica, y 100 kilos de precursores químicos utilizados en la elaboración de metanfetaminas. Asimismo, confiscaron equipo especializado como seis reactores de síntesis orgánica, seis condensadores y 14 tanques de gas LP.
Según estimaciones oficiales, el laboratorio representaba un daño económico de aproximadamente 2 mil 505 millones de pesos para las organizaciones delictivas involucradas, convirtiéndose en uno de los decomisos más relevantes de los últimos años en el estado de Puebla.
Vecinos de la zona relataron que, la mañana del sábado, escucharon varias detonaciones de arma de fuego y notaron un fuerte despliegue de seguridad saliendo de una brecha. Estas versiones apuntan a que hubo un enfrentamiento armado entre las autoridades y los presuntos operadores del laboratorio, quienes lograron darse a la fuga antes de que se completara el operativo.
Hasta el lunes 23 de junio, las autoridades federales confirmaron de manera oficial el aseguramiento del narcolaboratorio. El caso sigue bajo investigación, y no se ha informado aún sobre personas detenidas, aunque se presume que los responsables ya han sido identificados por las fuerzas de seguridad.
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