La presión de la industria de la construcción ha dejado una huella ambiental severa en Puebla. En los últimos 14 años, se han identificado 4 mil 044 hectáreas afectadas por excavaciones para la extracción de material pétreo (arena, grava, basalto), utilizados para obras públicas y privadas.
Así lo revela el estudio “Ríos y montañas en riesgo”, el cual documenta que los bancos de extracción pasaron de 89 en 2010 a 301 en 2024, lo que representa un incremento del 238%.
La expansión no fue sólo en número, sino también en superficie dañada:
- 2010: 763 hectáreas afectadas
- 2024: 4,044 hectáreas registradas
- Incremento total: 431% en 14 años
El documento advierte que la extracción masiva de materiales pétreos representa una amenaza ambiental creciente, debido a la pérdida de vegetación, reducción de biodiversidad y desplazamiento de especies animales.
Expertos también alertan sobre emisiones contaminantes derivadas de la maquinaria pesada y el movimiento constante de tierra, lo que impacta la calidad del aire y fuentes de agua.
Puebla está entre los estados con mayor daño ambiental
El estudio coloca a Puebla como la cuarta entidad con más superficie deteriorada por este tipo de excavaciones. Solo lo superan:
- Quintana Roo
- Yucatán
- Estado de México
Organizaciones ambientales han señalado la urgencia de regular estos bancos de extracción y fortalecer los mecanismos de vigilancia, permisos y mitigación ambiental, a fin de frenar la expansión descontrolada que avanza principalmente en zonas rurales y semirurales.
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Fotogrfía: Especial












