Extracción de materiales pétreos en Puebla aumenta 238%; amenaza ecosistemas y comunidades

La superficie afectada por extracción de piedra pasó de 763 a 4,044 hectáreas en Puebla

En los últimos 14 años, los puntos de extracción de materiales pétreos en Puebla se han multiplicado de 89 a 301, un incremento del 238%, según el estudio “Ríos y montañas en riesgo: Una mirada crítica a la extracción de materiales pétreos en México”, realizado por CartoCrítica. Este crecimiento ha generado impactos severos en el medio ambiente y amenaza a las comunidades cercanas.

El informe posiciona a Puebla como el quinto estado con más sitios de explotación en el país, dedicados principalmente a la obtención de arena, grava, arcilla, caliza, granito, basalto, cuarzo, tepetate y tezontle, utilizados en construcción, fabricación de cemento, vidrio, cerámica y vías férreas.

Impactos ambientales y sociales

El estudio documenta que la extracción masiva de materiales pétreos transforma paisajes y ecosistemas: deforestación, alteración de suelos, erosión de montañas y ríos, pérdida de biodiversidad y contaminación del aire. En ríos y cauces fluviales, la actividad genera turbidez, afecta especies acuáticas y altera la dinámica natural del agua.

En Puebla, la expansión urbana y la construcción de carreteras, desarrollos inmobiliarios y obras públicas impulsan la explotación desmedida de canteras, afectando no solo al medio ambiente, sino también a comunidades que dependen de los recursos naturales para su subsistencia.

Falta de regulación y fiscalización

A pesar de que existen leyes para regular la extracción de materiales pétreos, CartoCrítica alerta que la fiscalización es insuficiente, y gran parte de la actividad opera sin estudios de impacto ambiental o permisos claros. La normativa federal y estatal es fragmentada, lo que dificulta la supervisión y el control de los daños ambientales.

A nivel nacional, la extracción también ha aumentado significativamente: de 1,500 a 6,447 puntos en 14 años, un incremento del 329%, concentrados principalmente en Yucatán, Quintana Roo y Estado de México. La superficie intervenida pasó de 10,188 a 73,286 hectáreas, lo que representa un riesgo creciente para ríos, montañas y ecosistemas.

Llamado a la acción

Expertos y organizaciones civiles coinciden en que es urgente una regulación más estricta, con mayor transparencia en los permisos, participación comunitaria y planes de restauración ambiental para los sitios explotados. “No se puede proteger lo que no se ve”, señala CartoCrítica, recordando que muchas canteras operan sin que la ciudadanía o las autoridades dimensionen sus impactos.

Con el crecimiento urbano y la demanda de materiales para la construcción, la presión sobre el medio ambiente y la seguridad de las comunidades seguirá aumentando si no se implementan medidas inmediatas. La explosión de canteras en Puebla evidencia que la minería de materiales no metálicos es un desafío ambiental, social y político que requiere atención urgente.

Foto: Redes

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