Durante los primeros nueve meses de 2025, el estado de Puebla ha enfrentado una alarmante temporada de incendios forestales. Con 304 siniestros acumulados entre enero y octubre, las llamas han devastado más de 13 mil hectáreas en distintas regiones del estado, de acuerdo con cifras oficiales del gobierno federal.
Según el Monitor de Incendios, herramienta nacional que da seguimiento a este tipo de emergencias, Puebla se posiciona como el séptimo estado con más incendios forestales en el país, solo por debajo de entidades como Jalisco, Estado de México y Michoacán, las cuales han registrado un número considerablemente mayor.
La mayoría de los incendios en la entidad tienen su origen en acciones humanas relacionadas con prácticas agrícolas y ganaderas, además de eventos provocados de manera intencional. También se han detectado incidentes originados por fogatas mal controladas o factores naturales, aunque estos últimos representan un porcentaje menor.
El combate a estos siniestros ha contado con una participación destacada de la población civil. Voluntarios locales se han sumado a las brigadas oficiales de la Conafor, así como a equipos estatales y municipales, para sofocar los incendios y evitar que se propaguen a zonas habitadas o protegidas. Esta colaboración entre sociedad y autoridades ha sido fundamental, especialmente en áreas de difícil acceso.
Municipios más afectados: la mayoría en zonas de montaña
Tlachichuca encabeza la lista de municipios con mayor número de incendios, con 44 casos, muchos de ellos registrados dentro del Parque Nacional Pico de Orizaba. San Nicolás de los Ranchos ocupa el segundo lugar con 23 siniestros, seguido de Zacatlán con 19, donde también se vieron afectadas zonas montañosas como la Malinche.
Otros municipios con una alta incidencia son Tianguismanalco y Lafragua, ambos con 12 incendios; así como Puebla capital, Tepatlaxco de Hidalgo, Chalchicomula de Sesma e Ixtacamaxtitlán, que reportaron entre 7 y 11 casos.
Áreas naturales protegidas bajo amenaza
Una parte considerable de los incendios se han concentrado en zonas ecológicas de alto valor, como el Pico de Orizaba, Flor del Bosque, la Malinche y el Cerro Zapotecas, lo que representa un riesgo no solo ambiental, sino también turístico y económico.
El avance del fuego en estas regiones evidencia la necesidad urgente de reforzar las políticas de prevención y vigilancia forestal, así como de mejorar los mecanismos de respuesta ante emergencias de este tipo.
Foto: Agencia Enfoque