Al cierre del segundo periodo ordinario del Congreso del Estado de Puebla, dos nombres resaltan no por su trabajo legislativo, sino por su ausencia de resultados y su constante presencia en la polémica: Nayeli Salvatori Bojalil y Roberto Zataráin Leal, ambos integrantes de la bancada de Morena.
Ambos diputados no han logrado que una sola de sus iniciativas sea aprobada y se mantienen como los más inasistentes en el pleno. Su desempeño contrasta con el esfuerzo de otras y otros legisladores que, desde bancadas más pequeñas incluso, han conseguido avances en temas de interés público.
Productividad legislativa: de la omisión a la irrelevancia
De acuerdo con registros legislativos, Salvatori solo ha presentado 10 iniciativas, todas en trámite, sin que ninguna haya prosperado en comisiones o sido aprobada en el pleno. Su asistencia también deja mucho que desear: acumula al menos cinco faltas justificadas o injustificadas durante el último año parlamentario.
Por su parte, Zataráin Leal ha presentado 8 iniciativas, también sin éxito legislativo, y se mantiene en el grupo de los más faltistas del Congreso. Lejos de compensar con trabajo técnico o propuestas sólidas, su paso por el Congreso ha estado marcado por la controversia.
A este grupo de bajo rendimiento se suman figuras como Guadalupe Vargas Vargas, diputada del Partido Verde y presidenta de la Mesa Directiva, quien tampoco ha logrado la aprobación de ninguna iniciativa, a pesar de su rol de conducción institucional. El panista Rafael Micalco se encuentra en situación similar: cero propuestas aprobadas, aunque con 14 en trámite.
Contrapunto: quienes sí legislan
Mientras algunos acumulan ausencias y controversias, otras legisladoras han demostrado que sí es posible legislar con eficacia. Laura Artemisa García Chávez se consolida como la diputada más productiva del Congreso, con 12 iniciativas aprobadas y tres en proceso. Entre sus logros destaca la reforma al Código Penal sobre ciberacoso, así como iniciativas en movilidad y seguridad vial.
También se distinguen Azucena Rosas Tapia (5 aprobadas, 62 en trámite), Andrés Villegas Mendoza (3 aprobadas, 16 en trámite) y José Luis Figueroa Cortés, del Partido del Trabajo, quien suma 7 aprobadas. Pese a la sobrerrepresentación de Morena, es en las bancadas minoritarias donde se percibe un mayor impacto legislativo efectivo.
Redes sociales por encima del trabajo legislativo
Lejos de rendir cuentas o presentar propuestas consistentes, Nay Salvatori ha utilizado su fuero para alimentar su presencia en plataformas como TikTok, donde ha protagonizado diversos episodios considerados ofensivos o frívolos. En marzo de 2025, desde el propio Congreso, grabó un video ridiculizando la vestimenta de sus colegas, entre ellos Zataráin y Elvia Palomares, provocando reacciones de repudio entre sus propios compañeros de bancada.
Ese mismo año fue criticada por declarar abiertamente que no se atiende en instituciones como el IMSS o el ISSSTEP porque “tiene seguro privado”, calificando de “ruin” la idea de usar hospitales públicos. La declaración fue vista como una falta de sensibilidad ante millones de poblanas y poblanos que dependen exclusivamente de esos servicios.
Durante la campaña, llegó incluso a simular un asalto en una camioneta, imitando frases típicas de la delincuencia en el transporte público. El acto, presentado como “broma”, provocó una ola de indignación por banalizar la violencia cotidiana que enfrentan miles de ciudadanos.
Del castigo al recule: el caso Zataráin
Por su parte, Roberto Zataráin saltó a la palestra pública en febrero de 2025 cuando propuso sancionar con hasta cinco años de cárcel a docentes o directivos que permitieran el acoso escolar en sus planteles. Su iniciativa fue presentada como respuesta al trágico suicidio de un menor en Zacatlán.
Sin embargo, su propuesta fue duramente criticada por la Sección 23 del SNTE, que la calificó de punitivista, carente de fundamento y peligrosa para el magisterio. Lejos de sostener su iniciativa ante las críticas, el legislador dio marcha atrás, buscó reunirse con líderes sindicales y evitó volver a tocar el tema, en lo que se interpretó como un intento por contener el rechazo que él mismo provocó.












