La empresa filipina Manila Water oficializó su entrada al mercado mexicano con la compra del 74.85% de las acciones de Concesiones Integrales, operadora de Agua de Puebla, movimiento que marca un cambio estratégico en la gestión del servicio hídrico en la capital y su zona metropolitana. Como parte del acuerdo, Jordi Bosch continuará al frente de la dirección general, lo que garantiza continuidad operativa en la concesionaria.
De acuerdo con la firma asiática, la operación será ejecutada por su subsidiaria Manila Water Asia Pacific, que absorberá las participaciones de Creando Estructuras (56.14%) y Grupo Agua de México (18.71%). Con ello, la transnacional consolida su primer proyecto en México y refuerza su estrategia de expansión en América Latina.
Agua de Puebla administra servicios públicos esenciales como el suministro y tratamiento de agua potable, drenaje, alcantarillado y saneamiento, así como la atención a usuarios. Actualmente atiende a más de 1.5 millones de habitantes en municipios como Puebla, Cuautlancingo, San Andrés Cholula, San Pedro Cholula y Amozoc, donde en 2024 distribuyó 245 millones de litros diarios.
La empresa opera bajo una concesión de 30 años, obtenida en 2014 mediante licitación del SOAPAP, con posibilidad de extenderse anualmente hasta alcanzar un máximo de 60 años. Esta cobertura también incluye servicios de saneamiento en municipios como Juan C. Bonilla, Ocoyucan, Xoxtla y Coronango.
Desde la visión corporativa, Roberto Locsin, directivo de Manila Water, explicó que la compra responde a la intención de la compañía de ampliar sus operaciones en mercados con alto potencial. Señaló que buscan integrar su experiencia técnica y de gestión para fortalecer la estructura que la concesionaria ha desarrollado en Puebla y acelerar su crecimiento bajo la nueva composición accionaria.
La adquisición aún depende de la firma del contrato definitivo y del cumplimiento de requisitos regulatorios, pero la empresa confirmó que mantendrá la estructura operativa actual, con la permanencia de Bosch como director, para garantizar estabilidad durante la transición.
A pesar del cambio accionario y de la promesa de continuidad operativa, Agua de Puebla enfrenta un reto fundamental: la baja aceptación entre los usuarios, quienes han señalado durante años tarifas consideradas desproporcionadas y aumentos constantes que generan inconformidad social. La llegada de Manila Water abre la expectativa de que la nueva administración pueda revisar estos esquemas y construir una relación más equilibrada con la población, en un servicio que históricamente ha sido motivo de controversia en la región.
Foto: Agencia Enfoque












