Durante el último año, ocho municipios de la zona metropolitana de Puebla destinaron 56 millones de pesos para trasladar y desechar sus residuos sólidos en el relleno sanitario «Chiltepeque», ubicado en la capital poblana.
Esto ocurrió luego de que el basurero intermunicipal de Cholula fuera clausurado en 2024 por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), tras ser señalado como foco de contaminación por habitantes de la zona.
En entrevista, Ricardo Omar Rodríguez Corte, director del Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSL), informó que más de 50 millones de pesos se recaudaron por el traslado de 680 mil 750 toneladas de basura entre octubre de 2024 y septiembre de 2025.
De ese total, 29 millones de pesos se recaudaron en los primeros nueve meses de 2025, por lo que se prevé un incremento en el último trimestre del año.
Las demarcaciones que actualmente depositan sus desechos en Chiltepeque son: San Andrés, San Pedro y Santa Isabel Cholula, además de Cuautlancingo, Coronango, Amozoc, Santa Clara Ocoyucan y Huejotzingo.
La tarifa para que los municipios vecinos utilicen el relleno sanitario de Puebla es de 400 pesos por tonelada de residuos sólidos.
De acuerdo con Rodríguez Corte, los ingresos obtenidos se destinan a labores de mantenimiento del vertedero. «Gran parte de esos recursos se destinan específicamente para buscar un equilibrio financiero, el sitio de disposición final necesita recurso para seguir en mantenimiento», indicó.
El funcionario recordó que en marzo de 2024 se firmó un convenio entre los municipios y el Ayuntamiento de Puebla para permitir el uso del relleno sanitario, el cual fue actualizado en la actual administración.
El director del OOSL precisó que Chiltepeque tiene una vida útil de cinco años y opera al 40% de su capacidad, por lo que no representa un riesgo inmediato de saturación.
Además, señaló que el basurero cuenta con una superficie de 67 hectáreas, de las cuales sólo han sido utilizadas 27. En caso necesario, podría habilitarse una nueva celda para continuar con la disposición de residuos.
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Fotografía: Andrés Lobato












