PRI Puebla: entre la reelección de Néstor Camarillo y la aspiración de Delfina Pozos

La estructura priista local responde más al CEN que a sus bases

El anuncio de Delfina Pozos Vergara como aspirante a la dirigencia del PRI en Puebla se da en medio de un contexto caótico para el tricolor poblano, caracterizado por la desorganización, la falta de autocrítica y el control centralista del partido. A pesar del discurso institucional que rodeó su pronunciamiento, la realidad es que su participación se inserta en un proceso marcado por simulaciones, decisiones cupulares y nulo diálogo con las bases.

Pozos, diputada local y secretaria general del Comité Directivo Estatal (CDE), hizo pública su intención de competir en septiembre por la presidencia del PRI poblano, una estructura debilitada y lejos de ser una oposición funcional. Su posible llegada al cargo no solo depende de su trayectoria o de su cercanía con los sectores, sino de la voluntad del dirigente nacional del partido, Alejandro Moreno Cárdenas, quien ha sido ampliamente señalado por imponer liderazgos y manipular procesos internos a su conveniencia.

Actualmente, el PRI en Puebla es encabezado por Néstor Camarillo Medina, quien además de ocupar la presidencia del CDE desde 2021, funge como senador. El propio Camarillo ya ha dejado entrever su deseo de reelegirse, lo cual ha generado fuertes críticas dentro y fuera del partido. Todo indica que, una vez más, el proceso interno será una puesta en escena, y no un ejercicio real de democracia interna.

La dirigencia nacional, encabezada por “Alito” Moreno, ha replicado este patrón en varios estados, incluyendo su mas reciente reelección como dirigente nacional, donde las estructuras locales operan como extensiones del control nacional y no como organismos autónomos con voz propia. Bajo este esquema, Pozos Vergara podría convertirse simplemente en la “candidata oficial” de un proceso ya pactado o hacerla declinar «a favor de», lejos de representar una renovación auténtica o un viraje estratégico del partido en el estado.

La legisladora, que asumió la Secretaría General del PRI estatal tras la salida de Isabel Merlo Talavera al gabinete estatal, se ha mantenido cercana a las estructuras internas del partido. Su reciente reunión con Jorge Meade Ocaranza, operador nacional del CEN, deja entrever que su aspiración podría contar con el visto bueno de la cúpula, más allá de consensos reales con las bases priistas.

Mientras tanto, el PRI poblano sigue sin articular una propuesta clara como oposición, más allá de luchas internas, pactos de supervivencia y ambiciones personales. El anuncio de Pozos no representa una sorpresa ni un punto de inflexión, sino la continuación de un modelo desgastado que ha alejado al partido de la ciudadanía y de sus propias bases militantes.

Foto: Agencia Enfoque

Recuerda suscribirte a nuestro boletín

📲 https://bit.ly/3tgVlS0
💬 https://t.me/ciudadanomx