Puebla avanza para convertirse en un referente tecnológico y económico del sur-sureste del país, gracias al Polo de Desarrollo Económico para el Bienestar, un proyecto que busca atraer inversión, generar empleo y vincular universidades con empresas locales.
El gobernador Alejandro Armenta informó que varias empresas ya se han comprometido a instalarse en la región, destacando que la iniciativa busca no solo crecimiento económico, sino también distribución equitativa de la riqueza y fortalecimiento del desarrollo tecnológico.
Por su parte, Juan Carlos Natale, coordinador del Corredor Económico del Bienestar Centro-Golfo de México, señaló que Puebla será el primer polo de este tipo en consolidarse a nivel nacional, y reconoció la labor del gobierno estatal por crear un entorno confiable para los inversionistas, lo que impulsa la creación de empleo en la entidad.
Dentro de esta estrategia, se contempla la instalación del segundo Centro de Especialización de Recursos Humanos de Alto Nivel en el Sector Automotriz (CERHAN) en Cuautlancingo, con planes de un tercer centro. Armenta destacó que con esta iniciativa Puebla podrá acelerar proyectos que en otros lugares tardan años, consolidándose como polo de innovación tecnológica.
El proyecto también incluye la creación del Pabellón Regional de la Capital de la Tecnología y la Sostenibilidad, que integrará a 14 municipios de la región. La finalidad es involucrar a empresarios locales y brindar oportunidades a los jóvenes, promoviendo un desarrollo más inclusivo y participativo.
El secretario de Desarrollo Económico y Trabajo, Víctor Gabriel Chedraui, destacó que el proyecto abarcará sectores estratégicos como la agroindustria, manufactura, automotriz, metalurgia y alimentos, y que se espera una inversión de 20 mil millones de pesos, con la generación de 10 a 20 mil empleos directos y hasta 40 mil indirectos.
El director de la Capital de la Tecnología y Sostenibilidad, José Antonio Silva Hernández, explicó que el modelo busca priorizar empresas locales sostenibles, con bajo consumo de agua y energía, bajas emisiones, y la contratación de talento humano de la región.
Con estas acciones, el gobierno estatal impulsa un modelo de desarrollo económico sostenible e inclusivo, que integra tecnología, inversión local y participación comunitaria, buscando replicar estrategias exitosas de innovación a nivel nacional e internacional.
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