Huejotzingo vivió un preocupante repunte en los delitos durante septiembre de 2025, marcando el mes más inseguro en lo que va del año, bajo el gobierno municipal de Roberto Solís Valles.
Según información proporcionada por la Fiscalía General del Estado, los robos en todas sus modalidades aumentaron casi un 79% en comparación con el mes anterior, al pasar de 33 carpetas de investigación en agosto a 59 en septiembre. Este incremento de 26 casos refleja una crisis creciente en materia de seguridad pública.
En el acumulado anual, de enero a septiembre, se han registrado 398 casos de robo, siendo septiembre el más crítico, seguido de mayo (56), marzo y abril (ambos con 47).
El robo de vehículos, el más frecuente
Entre las distintas modalidades de robo, el hurto de vehículos automotores encabeza la lista, con un preocupante aumento del 133.3%, pasando de 15 incidentes en agosto a 35 en septiembre. Esta cifra lo convierte en el delito de mayor impacto en la región durante ese mes.
También se reportó un aumento significativo en el robo a transportistas, el cual creció un 75% en sólo 30 días. Mientras en agosto se documentaron cuatro casos, en septiembre el número subió a siete.
En cuanto al robo a casa-habitación, aunque en cifras absolutas los casos son menores, la variación porcentual fue de hasta el 200%, al pasar de uno a tres hechos documentados.
Otros delitos registrados durante este periodo incluyen tres asaltos a transeúntes en vía pública y dos robos de autopartes, lo que refleja un abanico de delitos que afecta tanto a particulares como al sector transporte.
Débil capacidad operativa de la policía municipal
Una de las posibles causas del aumento en los índices delictivos podría estar relacionada con las limitadas capacidades de respuesta de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Huejotzingo. Hasta agosto de 2025, la corporación apenas contaba con 25 vehículos para atender emergencias.
Según informó el titular de la SSC, Lucio Galeana Serna, el parque vehicular de la corporación se componía de 15 camionetas pick-up, mientras que las 10 unidades restantes eran motocicletas y vehículos asignados a Protección Civil. Esta limitada infraestructura reduce significativamente la cobertura de vigilancia y reacción ante hechos delictivos.
A pesar de que se ha proyectado la adquisición de 16 nuevas unidades —entre patrullas y motocicletas—, aún no se ha definido una fecha concreta para su integración al servicio, lo que prolonga la vulnerabilidad del municipio ante la delincuencia.
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