“Toda la poesía con Gaza”: evento mundial en solidaridad con Palestina

Mi misión sigue siendo encontrar poesía entre los escombros de Gaza: Nasser Rabah, poeta palestino

Por: Azul Segura

El próximo 28 y 29 de junio se llevará a cabo el evento “Toda la poesía con Gaza”, organizado por el Movimiento Poético Mundial (WPW por sus siglas en inglés).

La movilización convoca a poetas y gestores culturales de cualquier parte del mundo a realizar, en dichos días: lecturas de poemas en voz alta, performances, conversatorios, conciertos, talleres y exposiciones de arte en su ciudad. Esto con el fin de difundir la poesía palestina de resistencia, y en solidaridad con la defensa de Gaza; tal como lo expresan en su convocatoria:

Nosotros somos palestinos, la infancia del mundo está siendo exterminada en un país entrañable y hermoso, las raíces que nos atan a la tierra están siendo cortadas.

Nosotros somos poetas y nuestro instrumento para defender la vida torturada es el lenguaje, lo emplearemos a fondo y desplegaremos una vasta acción poética en el mundo para denunciar las tareas de aniquilación de los asesinos. La vida es sagrada, nadie tiene derecho a matarla. La tierra palestina es sagrada, ninguna fuerza de ocupación tiene derecho a tomarla.

Sabemos que escribir y leer poemas tampoco será suficiente para apagar la guerra en Gaza e impedir el exterminio, pero hará parte del entramado de una revolución poética mundial hacia el reencuentro de los grandes objetivos olvidados por la humanidad”.
Movimiento Poético Mundial

En una nota anterior sobre marchas -que acuerpar, a nivel local, en solidaridad con Palestina- compartí el concepto de empatía radical de Terri E Givens. Y lo retomaré aquí para recordar, una vez más, la importancia de accionar, en cualquiera de los niveles posibles, cuando se busca apoyar la causa Palestina. En esta ocasión, a través de la poesía.

Lo anterior teniendo en cuenta que es cierto, los poemas “no impedirán el exterminio en Gaza” pero leerlos en voz alta -en nuestras ciudades, de manera física o digital- sí transporta las consecuencias del genocidio hasta nuestros oídos. Me gusta pensar que escuchar voces de poetas palestinxs puede contribuir a que personas que aún no se unen a la protesta por este exterminio, lo hagan. A que, si aún después de dos años no lo han hecho, dejen de lado la la apatía ante las atrocidades, que permitan que el dolor les atraviese, les arda, les provoque rabia y no les quede más remedio que protestar, a través de cualquier acción que esté a su alcance.

“A la mierda su sermón sobre el arte, mi gente está muriendo”

Por último, quisiera recordar, por si se llegara a malinterpretar la unión entre el dolor, la tragedia y la poesía en el caso de Palestina, que en este contexto, “la destrucción”, la “belleza de la vida, o la muerte” no son metáforas. No se pueden usar las palabras como “arma” o “escombros” como figuras retóricas, cuando su sonido se escucha afuera de tu casa, o te refieres a lo que queda de ella. Por eso, en este momento escuchar y replicar estas voces no es una acción del arte para el arte, es un acto de fe en el potencial político de la poesía. En su capacidad de documentar, luchar contra el olvido histórico y de nombrar como acto de resistencia. Así lo expresa, por ejemplo, Nasser Rabah, escritor palestino:

“En tiempos de guerra, veo la poesía casi como un deber patriótico, una misión nacional para documentar el desastre histórico y expresar las preocupaciones de la gente sometida a bombardeos y desplazamientos. Mi misión sigue siendo encontrar poesía entre los escombros de Gaza. Escribo con el alma cansada, pero escribo porque siento que me libera de alguna manera de la opresión y es mi forma de aguantar hasta que termine la guerra. Mis poemas son tristes, hablan de la herida que nos causa esta guerra, pero también de la supervivencia, de la fuerza de la gente y de su humanidad, que resiste pese a que Israel la intenta pisotear”.
-En entrevista con El País.

Poemas de poetas palestinxs para replicar el próximo 28 y 29 de junio

Para concluir esta nota, te comparto algunos poemas para invitarte a difundirlos: leyéndolos en voz alta en redes sociales, organizándote con otras personas para leerlos en espacios públicos o imprimiéndolos y repartiéndolos.

 

A la mierda su sermón sobre el arte, mi gente está muriendo

Noor Hindi

Los colonizadores escriben sobre las flores.

Te hablo de los niños que tiran piedras a los tanques israelíes

Segundos antes de convertirse en margaritas.

Quiero ser como esos poetas que se preocupan por la luna.

Los palestinos no ven la luna desde las celdas y las prisiones.

Qué hermosa la luna.

Qué hermosas las flores.

Recojo flores para mi padre muerto cuando estoy triste.

Él mira Al Jazeera todo el día.

Ojalá Jessica dejara de enviarme mensajes de ¡Feliz Ramadán!

Sé que soy norteamericana porque cuando atravieso un cuarto algo muere.

Las metáforas sobre la muerte son para los poetas que piensan que a los fantasmas les interesa el sonido.

Cuando muera, prometo seguirte por siempre.

Algún día escribiré sobre las flores como si me pertenecieran.

 

Pies pequeños

Nathalie Handal

Una madre mira a otra

–un mar de pequeños cuerpos

quemados o decapitados

alrededor de ellas–

 

y pregunta,

 

¿De qué manera lloramos esto?



Nadie quiere ver

Nasser Rabah

Hace un año que no escucho una canción en la calle,

casi nadie baila en una boda,

el autobús escolar ni entra ni sale

y nadie compra una rosa para nadie.

Desde hace un año repartimos el asqueroso pastel de la guerra,

sin olvidarnos de un niño, de un jardín, de un libro, de un deseo.

Durante el día entrenamos nuestros ojos para que naden en sangre,

para que no se mojen,

y cometan un error al contar nuestros miembros perdidos,

lo practicamos por la noche para iluminar el dolor,

y encender un fuego en la leña que espera.

Hace un año que no pasó nada.

y nada dejó de pasar.

Ven y abre tus ojos hasta el fin, oh muerte:

somos la eterna víctima imposible,

llora en silencio, sí, y grita hasta rasgar el vestido del cielo.

Somos la herida que abrió el Minarete,

cuya sangre dejó en el camino al Gólgota,

quien, a diferencia de todas las víctimas, no ve al asesino de sus hijos.

No lo ves en las lágrimas,

no lo ves en el poema,

no lo ves:

no lo ves:

Nadie puede ver la plaga.

 

Si debo morir
Refaat Alareer

Si debo morir

tú debes vivir

para contar mi historia

para vender mis cosas

para comprar un trozo de tela

y algunos hilos,

(hazlo blanco con una cola larga)

para que un niño, en alguna parte de Gaza,

mientras mire a los ojos al cielo

esperando a su padre que se fue entre las llamas

–y no se despidió de nadie

ni siquiera de su carne

ni siquiera de sí mismo–

mire el volantín, el volantín que me hiciste, volando alto

y piensa por un momento que hay un ángel ahí

devolviéndole amor.

Si debo morir

deja que traiga esperanza

deja que sea una historia.

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